“Miramar”: humor, vínculos y nostalgia noventosa en el Espacio Callejón

Los veranos de los 90, la playa, el sol y los secretos familiares: así arranca Miramar, la nueva tragicomedia que llega al Espacio Callejón. La historia sigue a Natalia y Stella Maris, dos hermanas muy diferentes que se reencuentran en la costa atlántica y descubren que, aunque cambien los años, las heridas familiares no se van de vacaciones.

Entre risas, ironía y situaciones bien argentinas, la obra explora la fragilidad de los vínculos y la fuerza del humor como puente para mirar de cerca lo que nos une y nos duele. Con Flor Moreno, Agustina Benedettelli y Juan Santiago en escena, y bajo la dirección de Lorena Romanín, Miramar combina música en vivo, coreografía, vestuario y luces para sumergir al espectador en un verano nostálgico y lleno de identidad.

Charlamos con Flor Moreno sobre cómo nació el proyecto, la magia de los 90 y cómo el humor puede ser una puerta para explorar lo familiar desde otro lugar.


De izquierda a derecha: Agustina Benedettelli, Lorena Romanin, Juan Santiago y Flor Moreno – Imagen cortesía Max Czajkowski prensa.

La historia nace en pandemia, en un momento de mucha creación, encerrados pero con la cabeza llena de ideas. Con mi amiga Agustina Benedettelli —una de las autoras del proyecto—, ella estaba haciendo un taller de escritura con Maruja Bustamante y empezó a relatar un poco su historia sobre Miramar y su adolescencia en esa playa de los veranos noventosos.

Y bueno, casualmente, en ese relato también me encontré. En mis propios 90, yo también veraneaba mucho en Miramar: tenía una amiga que vivía allá y todos mis veranos eran ahí. Así que cuando Agus empezó a escribir Miramar, sentí una conexión inmediata, una especie de atracción fatal por esa historia.

Ella escribió una versión larga, pero en su momento la adaptamos para Microteatro, una obra breve de quince minutos, con la dirección de Jimena Banús. Ahí se sumó nuestro amigo Juan Santiago —con quien ya habíamos trabajado—, y tuvimos dos temporadas hermosas. Y lo curioso es que también Juan veraneaba en Miramar. Así que, creer o reventar, los tres teníamos ese lazo con la ciudad; algo medio espiritual nos une a ese lugar y a nuestro trabajo.

Nos quedó pendiente la versión larga, y ahí entró la genia de Lorena Romanín, que reescribió junto a Agus esta nueva versión. Hace algunos meses empezamos los ensayos, y finalmente llegó el momento de estrenarla. Así que ese sería, más o menos, el origen del proyecto.


Fundamentalmente, los noventa. Hay algo de esa época que me atrae muchísimo. Culturalmente fue un momento donde irrumpieron cosas distintas, donde pasaban cosas en nuestra forma de hablar, de vestir, de reírnos. Y siento que mucho de eso hoy vuelve, se actualiza.

Me empujó la estética, los colores, los modismos, las palabras… y, sobre todo, el humor. El humor, para mí, es todo. Además, hacerlo con mis amigos me motiva un montón. Agus Benedettelli es una gran, gran amiga… ¡es un riñón! (risas). Así que eso también me impulsa mucho a formar parte de esta historia.




—Claro. La identidad es muy nuestra, muy argentina. Somos tres porteños —bueno, un porteño y dos porteñas—, y hay algo de esa mirada del porteño que va a veranear a la costa atlántica. Esa impronta y esa identidad están muy presentes.

También la música juega un rol importante: la música clásica de esa época, de los 90, está todo el tiempo dialogando con la historia, con esa adolescencia, esos momentos de tarjeteros, de sol, de estar calcinados sin importarte nada (risas), porque en ese entonces no había conciencia de nada de eso.

La obra dialoga con el humor, la nostalgia y la identidad argentina, con lo propio. Digo argentina aunque seamos porteños, porque la costa es un punto de encuentro: en verano, la costa atlántica une a todos los argentinos, y algo de eso también habla Miramar.


—Eso es muy interesante, porque es una mirada que trae Lorena Romanín, tanto en su manera de escribir como en su forma de trabajar. Ella tiene esa capacidad de mirar con atención, con una lupa, determinados vínculos. Y ahí se empezó a abrir un mundo donde no sólo se trataba de reír, sino también de reírnos un poco de nosotros mismos.

Se trata de acercar la lupa y mirar más de cerca qué pasa entre dos hermanas, entre esos vínculos tan comunes y tan universales. Y claro, la risa aparece como un alivio. Después de la tragedia viene la comedia, ¿no? Nos reímos un poco de lo trágico para poder sobrellevarlo.

Me parece que el humor es un gran mecanismo, una herramienta poderosa. Pero también está bien acercarse y mirar, porque todos tenemos algún vínculo problemático, alguna historia familiar que nos toca.

Creo que Miramar encuentra un equilibrio entre el humor, la risa y la reflexión. Pensamos el humor como una puerta que se abre hacia eso que a veces está más oculto. A través de la risa se puede mirar más allá, y eso es lo que creemos que estamos haciendo con Miramar.



—Sí, hemos trabajado juntos en Miramar y también en otros proyectos. Nos conocemos hace muchos años, así que, bueno, trabajar con amigos tiene sus cosas buenas y sus cosas malas… (risas).

La dinámica viene muy intensa, estamos trabajando muchísimo. Miramar es un proyecto independiente al que le venimos poniendo garra, tripa y corazón. No se trata solo de actuar, sino también de ocuparnos de todo: el teatro, las fotos, la prensa, los horarios, el vestuario… todo lo que implica sacar adelante una obra independiente.

Le venimos dedicando mucho, como si fuera un hijo, algo que va a salir, que va a parir el 17 de octubre. (risas) Así que sí, estamos con mucho humor, nos reímos un montón, a veces un poco dispersos, pero siempre encontrando el equilibrio entre pasarla bien, laburar y comprometernos con todo.

La verdad, estamos muy contentos y entusiasmados por este estreno. Se viene algo que sentimos muy nuestro, muy compartido.


—Le diría que se va a encontrar con música, recuerdos y mucha risa. Es una invitación a pasar un lindo viernes, antes de la cena, para prepararse, divertirse y conectarse con sus propios recuerdos.

Miramar te hace identificarte con uno mismo, con ese vínculo que todos tenemos con la playa, con el sol, con la música y con lo que somos como argentinos.

Así que los y las invitamos a este viaje hacia los 90, a reírse de nosotros mismos, de uno mismo, mejor dicho (risas). Porque eso también es Miramar: una comedia sobre lo que fuimos, lo que somos y lo que nos sigue uniendo.


Con Miramar, el humor y la nostalgia se entrelazan con historias familiares que todos reconocemos. La obra invita a reírse de uno mismo, a mirar los vínculos con cariño y atención, y a dejar que la música, el sol y los recuerdos nos lleven a un verano de los 90 que sigue vivo en nuestra memoria.

No importa si sos de la ciudad, de la costa o simplemente un amante de las buenas historias: Miramar promete diversión, emoción y esa chispa que solo las vacaciones y la familia pueden despertar.


MIRAMAR

Estreno: viernes 17 de octubre, 20 hs
Funciones: todos los viernes de octubre y noviembre
Lugar: Espacio Callejón (Humahuaca 3789, CABA)
Entradas: Alternativa Teatral o boletería del teatro


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