En pleno corazón de Buenos Aires, del 11 al 14 de agosto, el Centro Cultural Matta se convierte en un puente que conecta la dramaturgia argentina con la chilena. En este espacio donde las palabras y las imágenes se entrecruzan, cuatro historias suben al escenario para hablar de vínculos, de familias, de encuentros y desencuentros atravesados por la cordillera. Florencia Bendersky, una de las artífices de Archidrama, nos abre la puerta a este intercambio único, que no solo es teatro sino también diálogo, comunidad y resistencia cultural en tiempos complejos. Antes de que las luces se enciendan, charlamos con ella sobre el viaje de estas cinco ediciones, la fuerza de las redes que se tejen entre artistas y la magia que ocurre cuando la escena se convierte en un territorio compartido entre países.
—Bueno, contame ¿qué trae esta nueva edición de Archidrama?
—Bueno, llegamos a la quinta, que eso ya es un montón para festejar, tener cinco ediciones de un encuentro binacional como es este Archidrama. Ya es una alegría y un orgullo para nosotros, en tiempos tan complejos como los que estamos viviendo, poder sumar a este encuentro a cuatro dramaturgos y dramaturgas tan importantes como son por Argentina Mariana Chaud y Ariel Farace, y desde Chile Luis Barrales y Carla Romero.
La verdad que ya nos ponen, nos tiene súper súper contentos y muy alegres. Vienen dos obras muy interesantes de Chile y van para Chile en octubre las obras argentinas, que también son dos hitazos de Mariana y de Ariel. Así que esperamos después que los espectadores nos sigan acompañando como todos los años en este encuentro, aparte que tiene la característica de ser gratuito. Entonces esperamos que se vuelvan a llenar la sala como los años anteriores, ahí en el Centro Cultural Matta, el de la Embajada de Chile que está en Figueroa Alcorta y Tagle que se centra en la Placita Chile.
Así que bueno, estamos de verdad como muy muy ansiosos pero muy muy contentos de esto que se viene. Y tenemos el anuncio también de que para el 2026 viene ArChiDrama Invita, que es una nueva iniciativa que tenemos con mi socio Rodrigo de Diego y De Lirio Producciones, que es invitar a un tercer país a este diálogo. Hasta ahora vamos a Argentina y Chile, y el año que viene se va a sumar Brasil. Estamos trabajando con la Universidad de São Paulo, así como la Universidad Católica de Chile, que siempre es nuestro compañero dentro de ArChiDrama, y bueno, esperamos lograrlo.
Sería así: en agosto, una obra de Brasil y una chilena en Buenos Aires; en septiembre, una obra de Chile y una obra de Argentina en Brasil; y en octubre, una obra de Brasil y una obra argentina en Chile.
—¿Cómo te sentís a en las puertas del arranque la edición 2025 de ArChiDrama?
—Contenta por la respuesta que hay en general, tanto de los participantes como de los apoyos que tenemos. Ya somos un encuentro que tiene su historia y su data, entonces vamos pudiendo aunar muchas de las intenciones de todos en esto. Después, cansada, porque siempre pasa que cuando llegamos a esta altura estamos con todas las cosas andando y marchando, pero también ya tenemos la experiencia de los encuentros anteriores, lo que hace que gran parte de la gestión ya esté sistematizada y sea más fácil.
Este año también sumamos a Nicolás Wolcoff, que es parte del equipo de producción del encuentro, entonces eso acá en Buenos Aires facilita mucho las cuestiones, porque a la vez, yo también estoy dirigiendo porque estreno el 18 de septiembre mi primera obra en en el San Martín. En la sala Cunil Cabanellas, estreno Queridísimo Truman, una biografía musicalizada sobre Truman Capote. Así que estoy con ensayos a full, y Nico está también a la cabeza del proyecto llevándolo adelante.
—Vos sabés que después vamos a hacer una nota puntual por este próximo estreno del que estás contando, ¿no?
-Obvio, lo espero con ansiedad. Sí, aparte es un proyecto que hacemos con Gabriel Oliveri, que va a protagonizar. Cuando lo conocí pensé: “Vos tenés que hacer a Truman Capote.” Después está Cristobal Barcesat al piano, que también canta y actúa, y Sergio Grimblat, que canta y actúa. Así que es un proyectazo lindo, que me tiene muy contenta. Estoy ensayando en el San Martín todos los días, salvo los lunes que está cerrado, de 18:30 a 22:30, así que es con la intensidad propia de este tipo de laburos.
—¿Descansar nunca, no?
—No, sí, sí, sí, descanso, descanso. De hecho, la primera mitad del año fue muy tranquila, demasiado. Para nosotros, los artistas, cuando estamos tranquilos significa en general que no llegamos a pagar las expensas. Necesitamos tener como cinco o seis trabajos para poder llegar a fin de mes, así que estuvo bastante tranquilo, pude descansar un poco.
Tengo que terminar todavía una tesis de mi maestría de gestión cultural que terminé el año pasado, así que también me metí un poquito con eso, pero todavía no, todavía no se termina, falta bastante, así que bueno, dándole.
—Después de cinco ediciones de Archidrama, ¿Qué aprendizaje te llevás? Me decías que muchas cosas ya están aceitadas y que hay experiencia acumulada, ¿Cómo resumirías este camino recorrido hasta ahora?
— Me parece que el haber podido gestionar y gestar un proyecto como este entre dos países, creo que lo más importante y más hermoso que tiene son las redes que armamos entre un lado y el otro. Entonces, son redes de soporte, en general lo que pasa es que si alguna de las patas o alguna de las circunstancias que siempre pueden fallar, fallan, bueno, hay algo que lo soporta, si no siempre hay una red para acompañar, ya sea desde el Centro Cultural MaTta, de la Embajada de Chile en Argentina o la Escuela de Teatro de la Universidad Católica de Chile. Este año también nos acompaña la Embajada Argentina en Chile. Entonces hay algo de las redes que formamos que son sólidas, entonces eso incluso sobrevive a distintos avatares que pueden haber tanto desde los espacios más políticos, de un lado y del otro. Se sigue sosteniendo el proyecto porque es una iniciativa, podemos decir, de diplomacia cultural, no te digo que a prueba de balas, pero que demuestra sólidamente que la idea de que las escénicas pueden servirnos como un puente para pensarnos también en la región con nuestros vecinos, está bueno.
Ensayo de «Vivir juntas» de Carla Romero (Chile) dirigida por Ariel Farace (Argentina). Ph Franco Cortes. Cortesía Varas Otero
—Si tenemos que hablar de las cuatro obras que trae ArChiDrama en esta edición y me tenés que decir una cosita de cada una, dentro de lo que se puede contar, ¿qué me decís?
—Este es un encuentro que va a hablar mucho de los vínculos entre familias, entre familias que se gestan en los espacios más duros. Por ejemplo, la obra que viene de Carla Romero, que son tres mujeres que están en una cárcel, Topografía de las lágrimas la de Luis Barrales, es una relación entre una mujer de la sociedad chilena —lo que sería un poco más que la clase media nuestra— con la persona que trabaja para ella en su casa. Y después las obras que van para allá, que es «Luisa se estrella contra su casa«, la de Ariel, también habla de los vínculos familiares dentro de una familia y una mujer que empieza a ver las cosas desde otros lugares.
La de Mariana tiene que ver también con alguien que quiere cambiar su vida y empieza a generar una huerta orgánica, y eso significa, en cierto espacio, cómo esto va modificando estas relaciones que tienen los hombres que participan de esa obra. Con lo cual, sí, son los vínculos y cómo el entorno los pone a prueba, un poco de lo que vamos a hablar en esta edición.
—Algo que distingue a ArChiDrama son los conversatorios que se dan después de las funciones con el público y los dramaturgos que participan de esta experiencia. Eso también continúa en esta edición ¿verdad?
—Exactamente, seguimos teniendo los conversatorios, tanto la función del 11 y del 12: la primera de Mariana Chaud con la obra de Luis Barrales, y la segunda de Ariel Farace con la obra de Carla Romero, tienen conversatorios a terminar y van a estar los dramaturgos chilenos al final de la función que aparte, van a terminar, como hacemos todos los años, de ver el semimontaje hecho por sus colegas argentinos, ahí, con los espectadores. No es que tienen un preview y saben cómo quedó. Entonces eso que se da ahí, en vivo, delante de la gente es muy interesante porque de verdad que es como todo muy auténtico, no hay mucho margen para otra cosa.
Y es muy lindo también lo que despiertan los espectadores, las dudas que tienen, o lo que los ha conmovido, y poder tener ahí en vivo a la persona que dirigió, a los artistas que actúan y a quien escribió. Es un suceso que no suele ocurrir en el teatro, salvo en algunos eventos especiales, pero no es algo que comúnmente el espectador viva, el encontrarse con el equipo de trabajo después de ver la obra.
Así que eso es un plus que tenemos y que en las cuatro funciones se puede ver, y que me parece que también invita tanto a los espectadores de teatro como también a los estudiantes, a quienes estén escribiendo, a quienes estén dirigiendo, a poder entrar en diálogo también con la praxis, con cómo se hace, también poder preguntar, por decir, bueno, cómo se llega acá.
Nos pasa mucho que en los encuentros preguntamos, bueno, ¿y cómo llegamos a Archidrama?, si es un dramaturgo y demás, y nosotros siempre decimos que se llega a Archidrama por mérito, porque es a partir de que vemos los trabajos y nos gusta lo que hacen los dramaturgos que los vamos convocando. Tenemos una lista muy larga nosotros ya, hecha en el tiempo, al menos con la parte argentina, ya que la otra parte de la convocatoria a los dramaturgos chilenos la hace la Universidad Católica de Chile, de autoras y autores que queremos que participen. De hecho, quienes participan este año ya los habíamos pensado hace mucho tiempo atrás, entonces está bueno que tanto un lado como el otro pueda aprovechar ese momentito de encuentro.
—¿Qué tan fácil o qué tan complejo es este tema del proceso de la selección a medida que van pasando las ediciones?
-En Argentina no es difícil porque tenemos una cantidad de escritoras y escritores que también dirigen talentosísimos, y hay un montón, entonces la verdad que no es difícil, porque hasta ahora nadie que hayamos convocado nos ha dicho que no. Eso yo creo que ya habla lindo de nuestro encuentro.
Siempre que convocamos a la primera, nos han dicho que sí, que querían participar. Entonces la verdad es que es fácil, es muy fácil, y después es ver teatro y leer teatro, estar digamos viendo lo que se hace, teniendo en cuenta también los antecedentes, la formación, en general quienes llegan a Archidrama ya tienen un currículum importante. Que en general lo que nos pasa, no sé si es un simple chiste de que Archidrama trae suerte, porque pasan por Archidrama y es como que pegan un salto más en sus carreras. No porque sea de Archidrama, sino porque nosotros estamos con el ojo muy bien entrenado de quién está por dar el salto. Nos pasó ese momento con las hermanas Marul, en Chile también pasó con Bosco Cayo y Carla Zuñiga, que pasaron por ArChiDrama y terminaron dirigiendo la Muestra Nacional de Dramaturgia de Chile.
Es tener como el ojo entrenado y entender también quiénes pueden hacer este diálogo, porque no es para todo el mundo, también no es cierto, tenés que poder tener la grandeza de que entregues tu obra a un otro y que el otro haga lo que quiera con esa obra, y vos a hacer lo mismo con el otro. Entonces tienen que ser participantes con una cabeza lo suficientemente amplia para poder proyectar en eso, y después tienen que tener ganas de viajar, porque se van a ir a Chile. Tanto Mariana como Ariel viajan en octubre a ver cómo Carla y Luis hacen sus obras allá, y ahora vienen Carla y Luis a ver las obras acá, entonces ese es como el otro requisito: no te tiene que dar miedo el avión.
—Y tampoco te tiene que dar miedo estar haciendo arte en este momento, como hablábamos al principio, vamos a decir fuera de aire, ese también es un requisito, ¿no?
—Claro, sí, sí, como te decía yo antes que estoy pareciendo unas remeras que digan en las puertas del apocalipsis intentando hacer teatro.
Hay encuentros que terminan cuando se apagan las luces, y otros que siguen resonando en la memoria mucho después. Archidrama es de ese segundo grupo: un cruce donde las voces de dramaturgos, directores y actores no solo suben al escenario, sino que abren un espacio para pensar, sentir y dialogar más allá de la función. Lo que sucede en cada semimontaje, y en cada conversación que le sigue, no es solo teatro; es una invitación a mirar la realidad desde otra orilla, a reconocernos en el otro y en las historias que compartimos. Ese eco, esa apertura, es lo que Archidrama regala a sus espectadores: un latido que se queda, que interpela y que convoca a seguir cruzando puentes.
🎭 ARCHIDRAMA 2025
Cruce de nuevas dramaturgias chilenas y argentinas
Del 11 al 14 de agosto | Centro Cultural MATTA – Embajada de Chile en Argentina
Entrada gratuita
🗓 Programación
— 11 y 13 de agosto | 19 h — Topografía de las lágrimas (Luis Barrales, Chile) | Dirige Mariana Chaud (Argentina)
— 12 y 14 de agosto | 19 h — Vivir juntas (Carla Romero, Chile) | Dirige Ariel Farace (Argentina)
📍 Centro Cultural MATTA — Tagle esquina Av. del Libertador (entrada por Plaza República de Chile)
🎟 Entrada gratuita, se retiran por orden de llegada
ArChiDrama no es solo teatro: es un espacio vivo de diálogo, donde al terminar las funciones los dramaturgos y directores invitan al público a conversar, compartir impresiones y preguntas, acercándonos al proceso creativo como pocas veces sucede. Con el apoyo de la Embajada de Chile, la Universidad Católica de Chile y la Embajada Argentina en Chile, este encuentro promueve una verdadera diplomacia cultural que nos muestra cómo el arte puede ser puente y abrazo entre vecinos.
Si esta charla sobre Archidrama te dejó con ganas de seguir descubriendo nuevas voces y cruces teatrales, suscribite a El Walkman. Cada semana te llega directo al mail lo mejor del teatro, la música y la escena independiente: reseñas, entrevistas exclusivas y contenidos que te acercan al arte sin vueltas ni spoilers. Dejá tu correo acá abajo y acompañanos a seguir explorando historias que laten fuerte, al ritmo del encuentro y la creatividad.
El Walkman 
Deja un comentario