Un secreto a punto de revelarse, un amor imposible y tres comedias con tintes dramáticos que nos trasladan a distintos pueblos cargados de humor, miserias y emociones. Así se presenta En boca cerrada no entran moscas, el ciclo de obras cortas con autoría de Leandro Airaldo y Gustavo Córdoba, e idea y dirección compartida por Carla Di Amore y Esteban Navarro (Tban).
El espectáculo reúne tres historias: En el árbol de moras, Reina de la primavera y Flores en su entierro. Todas pueden verse en el Teatro Mil80, los sábados a las 20:30 hs.
En esta charla con Carla y Esteban nos metemos de lleno en el detrás de escena: cómo nació el proyecto, qué desafíos tuvieron en la dirección conjunta, la respuesta del público y los sueños que aún quedan por cumplir.

–¿Qué nos viene a contar En boca cerrada no entran moscas? ¿Y cómo nació el proyecto?
Esteban: Este es un ciclo de obras cortas que, mediante el lenguaje de la comedia, muestra diferentes mundos con personajes bien definidos. Se cuentan sus sueños, anhelos, pero también sus dramas y miserias.
Carla: Hace ya varios años que venimos trabajando juntos en ciclos similares, y como nos llevamos bien, teníamos ganas de crear y comandar un proyecto desde cero. La inspiración vino de ahí: de las ganas de hacer, de contar y de crear historias.
–Hablando de las tres historias, ¿Qué tienen en común y cómo fue el proceso de selección para el ciclo?
Esteban: Son tres comedias: En el árbol de moras, Reina de la primavera y Flores en su entierro. Todas con tintes dramáticos. Todas suceden en pueblos y tienen personajes muy particulares. Buscan hacer reír, pero también tienen su parte de reflexión. Las similitudes vendrían por ese lado.
Carla: Flores en su entierro la hicimos hace dos años junto con otras obras y nos encanta. Nos divertimos muchísimo haciéndola, por eso queríamos volver a montarla. Después buscamos otras que la acompañaran, que se acercaran en lenguaje, intensidad y colores de los personajes para completar el ciclo.
–¿Cómo es trabajar juntos en la dirección? ¿Cuál sienten que fue el mayor desafío al ocupar este rol compartido?
Carla: Ya sabíamos lo que era actuar juntos, porque habíamos compartido varios elencos. Incluso, en algún momento, yo había sido asistente de dirección de Esteban. Compartimos una forma de pensar el teatro muy similar, lo cual fue una gran ventaja. Como directores descubrimos que nos complementamos y nos sostuvimos durante todo el proceso. La verdad es que lo disfrutamos mucho.
Esteban: Adhiero, lo disfrutamos. –risas–
Carla: Y con respecto al mayor desafío, coincidimos en que fue, es y sigue siendo ocupar ambos roles: dirigir y actuar al mismo tiempo.
–El elenco es numeroso y reúne a varias generaciones de actores en escena. ¿Cómo fue el desafío de ensamblar sensibilidades y estilos distintos en un mismo espectáculo?
Esteban: Sí, es un elenco numeroso, pero como cada obra se gestó por separado, cada proyecto tuvo su propio proceso de ensayo. Eso facilitó las cosas. Además, conocíamos a todo el elenco de proyectos anteriores: yo había trabajado con algunos, Carla también. No hubo casting, los elegimos directamente.
Eso fue una ventaja, porque sabíamos de antemano qué podía aportar cada uno y también sus “mañas”. Entonces, si bien en el proceso uno va descubriendo cosas nuevas, muchas de esas cosas ya las sabíamos. Y las elegimos.
–Las tres obras oscilan entre la comedia y el drama, con un trasfondo de amores, miserias y secretos. ¿Qué esperan que resuene en el espectador cuando salga de la sala?
Carla: Lo que buscamos es que el público, además de reírse, pueda olvidarse de sus problemas y rutinas por un rato. Que pasen un momento agradable y también, ¿por qué no?, reflexionen sobre otras realidades que, aunque se cuenten desde la comedia, no dejan de ser posibles. Quizás no tan cómicas, pero reales al fin. Creo que esa es la finalidad del teatro: invitar a pensar sobre realidades distintas a las de uno.
–¿Cómo sintieron la respuesta del público con el correr de las funciones?
Esteban: Fantástica, realmente fantástica. El público nos acompañó y nos sigue acompañando. Nos sorprende el recibimiento hacia nuestro trabajo, hacia los textos y la puesta en general. Nos han comentado cosas sobre la música, las luces, el laburo actoral, los textos… todo.
Además, tuvimos la suerte de tener a los autores entre el público y quedaron encantados con cómo llevamos a cabo las obras. Así que podemos decir que la respuesta en líneas generales es muy, muy linda.
“Compartimos una forma de pensar el teatro muy similar, lo cual fue una gran ventaja. Como directores descubrimos que nos complementamos y nos sostuvimos durante todo el proceso.”
Carla Di Amore sobre el proceso de trabajar junto a Esteban Navarro.
–Después de este estreno, ¿qué sueñan para En boca cerrada no entran moscas? ¿Se imaginan llevar el ciclo a otros espacios o teatros?
Carla: Sí, nos encantaría poder llevar el ciclo a otros lugares, que más gente conozca nuestro trabajo, no solo el nuestro como directores, sino también el del elenco. Trabajamos mucho, con muchísimo detalle en todo: producción, actuación, puesta. Así que, claro, una gira sería hermosa. Una… o varias.
Esteban: Coincido. Sacarla del público de Buenos Aires y mostrarla en otros lugares sería muy especial. Más aún porque contamos historias que están ambientadas en pueblos, entonces sería hermoso ver la recepción en esos espacios.
–Y para toda la gente que aún no tuvo la oportunidad de verla: ¿qué se está perdiendo si no va a esta última función en el Teatro Mil80?
Carla: Primero, se pierden de conocer el espacio. Es un lugar precioso. Cruzás la puerta y se respira algo distinto, mágico. La primera vez que fuimos nos sorprendió muchísimo.
Esteban: Sí, no lo conocíamos y lo fuimos a ver. Son esos lugares en los que se respira arte, donde la magia sucede.
Carla: Y además se pierden de descubrir la pluma de Gustavo y de Leandro, que son dos genios. Nos encanta cómo escriben, nos encanta trabajar con sus textos, y aparte son personas hermosas.
Esteban: Fundamentalmente, se perderían de olvidarse un rato de sus rutinas y viajar a estos “munditos” que contamos con personajes divertidos y entrañables.
En boca cerrada no entran moscas es un espectáculo que combina la risa con la reflexión, con personajes que parecen salidos de esos pueblos donde siempre hay secretos que conviene guardar. Con un elenco diverso y la mirada cómplice de Carla y Esteban en la dirección, el ciclo se convierte en una experiencia fresca, honesta y profundamente teatral.
La última función de esta temporada será el próximo sábado 27 de septiembre en el Teatro Mil80. Una oportunidad imperdible para dejarse llevar por la magia de un grupo que apuesta fuerte al teatro independiente. Porque, como ellos mismos dicen, la finalidad del teatro es invitarnos a pensar en realidades distintas a las nuestras… aunque sea con una sonrisa en la cara.

EN BOCA CERRADA NO ENTRAN MOSCAS
Teatro Mil80 (Muñecas 1080 Villa Crespo) – Sábado 27/09 – 20:30 hs – Entradas acá
Autoría: Leandro Airaldo, Gustavo Cordoba
Idea: Carla Di Amore, Esteban Navarro (Tban)
Actúan: Julian Caballero, Carla Di Amore, Natalia Fantini, Felipe Lara, Esteban Navarro (Tban), Marcos Paterlini, Nicolás H. Quaglini, Bruno Vonch
Asistencia: Candela Gonzalez
Dirección: Carla Di Amore, Esteban Navarro (Tban)
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