A partir del 8 de mayo, el Teatro Picadero abrirá sus puertas para recibir Escarabajos, la obra de Pacho O’Donnell que, 50 años después de su estreno, sigue más vigente que nunca. En su nueva puesta, dirigida por Juan Manuel Correa, Victoria Onetto regresa al escenario con la misma intensidad que caracteriza a esta pieza monumental del teatro argentino.
En esta nueva versión, Victoria Onetto, Nelson Rueda y Eloy Rossen se enfrentan a los mismos demonios familiares y sociales que O’Donnell reflejó en 1975. La obra, que explora la violencia intrafamiliar y la violencia estructural de una sociedad rota, promete tocar la fibra más profunda de los espectadores. La violencia, la humanidad y el desgarro emocional son temas que siguen tan vivos hoy como en los años 70.
-¿Qué es Escarabajos?
Escarabajos es una obra maravillosa, un texto sublime que escribió Pacho O’Donnell en 1975, o sea que ya pasaron 50 años de este texto. En ese momento todos sabemos lo que se estaba viviendo en el país en el ’75, la Triple A, previo a la dictadura. Fue dirigida por Hugo Urquijo.
Y habla de la historia de una familia con un hijo. Uno que ya no está, y que este matrimonio sublima con otro personaje que es un repartidor de un almacén, un adolescente, y de una violencia intrafamiliar muy escalofriante.
Viene a poner en tela de juicio algo absolutamente actual: una violencia verbal, económica, sexual, una violencia entre vínculos dentro de una misma familia. ¿Son ellos productores de esa violencia o, en definitiva, son víctimas de una violencia que se ejercita desde afuera, desde la realidad?
En Escarabajos los tres personajes son maravillosos, y yo no creo que haya víctimas ni victimarios. Yo creo que muestran la humanidad de los seres humanos en el vínculo intrafamiliar entre un matrimonio y un hijo adolescente.
¿Cómo te acercaste a esta nueva versión de la obra?
–Arrancamos el año pasado. Pacho me convocó para protagonizar esta obra. Me dijo que tenía ganas de reeditar este texto, esta obra, yo la verdad al principio me asusté porque dije: «¿Cómo voy a hacer con los horarios y demás?» Porque tengo mucho trabajo y actividad. (Victoria forma parte del gobierno de Axel Kicillof se desempeña como Subsecretaria de Políticas Culturales de la provincia de Buenos Aires) – Pero cuando leí el texto, dije inmediatamente: “Pacho, la quiero hacer. Encontrémosle la vuelta”.Y así lo hicimos el año pasado: estrenamos en marzo en el Centro Cultural de la Cooperación. Lo hacíamos una vez por semana y la verdad que fue un placer, no solamente por la calidad del texto, sino por el gran equipo de trabajo que se propuso.
Esta obra está dirigida por Juan Manuel Correa, y los otros protagonistas son Eloy Rossen, que es un actor joven maravilloso y acaba de ser premiado por su trabajo en Cromañón, y Nelson Rueda, que todos lo conocen también, un actor delicioso y un gran compañero.
Tuvimos toda la temporada muy exitosa el año pasado. Y bueno, ahora tenemos este regreso. Algo que me pasa también es que me llena el alma como actriz. Siento que mi lado actoral y de funcionaria se potencian en este sentido, porque yo creo fuertemente que la cultura es una herramienta poderosísima de transformación social. Obviamente, uno también entiende la cultura como un entretenimiento y una diversión, que también es muy lógico y válido. Pero si también le sumás el aditivo de decir: ¿Qué es lo que quiero contar a través de lo que estoy haciendo? ¿De qué quiero reflexionar? ¿Qué ámbito de reflexión quiero realizar a través de las artes escénicas y del teatro?
En definitiva, el teatro es el ámbito de excelencia donde la cultura está más viva que nunca. Porque somos seres vivos los que estamos ahí arriba del escenario.
«El teatro es el ámbito de excelencia donde la cultura está más viva que nunca».
Victoria Onetto
-¿Cómo te recorre esta propuesta? Y ¿Cómo te sentís con este regreso?
Me empezó a pasar algo en el cuerpo y generar una sensación de que estaba muy bueno hacer estas dos cosas. No solamente seguir mis funciones en el gobierno de Axel, sino también complementarlo con mi actriz. Creo que me dio un poco la punta de lanza de que es algo que no quiero abandonar nunca.
Ahora dijimos: “Bueno, ¿Cómo vamos a hacer este año?”. La verdad que para mí ponerme un compromiso de miércoles a domingo sería imposible por la función pública que ejerzo, pero sí digo: “bueno, en cierto punto, por llamarlo de alguna manera, me gusta ‘coquetear’ con mi actriz” (risas).
Y se abrió la posibilidad de hacer estas cuatro funciones, que van a ser en El Picadero. Es un salto muy grande para nosotros porque la sala tiene 170 localidades. Vamos a estar solamente cuatro funciones, los jueves de mayo, a partir del 8 de mayo a las 22 hs.
Estoy re feliz. Ahora ya estamos con ensayos, ya en dos semanas se nos viene este reestreno y muy contenta realmente de volver a subir al escenario, porque es el lugar en donde un artista tiene que estar y es el lugar en donde yo como actriz me siento verdaderamente libre.
Hoy por hoy, cuando se robaron un poco la palabra “libertad”, creo que la verdadera libertad para los artistas es ejercer su profesión y desarrollarla. Siempre complementado con quien está destinado, que son los espectadores. Así que, súper contenta.
-¿Cómo sentiste la respuesta del público en la temporada anterior? ¿Y qué expectativas tienen para esta nueva etapa?
El año pasado la verdad que tuvimos la sala de la Cooperación todas las funciones absolutamente llenas, con localidades agotadas. Es una sala hermosa que tiene más de 90 localidades. Ahora el desafío es mayor porque nos vamos a casi el triple, pero la verdad es que El Picadero es un teatro maravilloso, la programación que tiene y el productor que es Sebastián Blutrach, que la verdad es que es un tipo de teatro que no solamente yo admiro, sino que tiene un criterio estético y artístico hermoso.
Siempre todas las obras que están en El Picadero son hermosas. Y ya tiene una sinergia el lugar y un público cautivo que va y disfruta las obras. Así que obviamente las expectativas siempre son las mejores.
«La verdadera libertad para los artistas es ejercer su profesión el teatro es el ámbito de excelencia donde la cultura está más viva que nunca.»
Victoria Onetto.
-Para los que aún no tuvieron la oportunidad de verla ¿Qué nos vamos a encontrar en sala? ¿Y por qué creés que nadie puede perdérsela?
El público al que le gusta el teatro no se puede perder «Escarabajos» por muchos motivos. El primero es porque va a tener un momento de una reflexión muy profunda del vínculo de las relaciones humanas, con respecto también a la familia, a la violencia familiar y social.
Después, porque es un texto maravilloso de Pacho O’Donnell que es muy notable, y dicho por él mismo, está muy contento por esta puesta porque fuimos muy literal del texto, con una contemporaneidad absoluta al tiempo del día de hoy.
Porque es un reflejo de lo que estamos viviendo un poco en la sociedad: una violencia muy profunda, verbal, y me parece que todos los que han venido a la obra se van pensando. Se van modificados.
Creo que el teatro, en realidad, también tiene que incomodar. Entonces, si vienen a vernos y se incomodan un poquito y después se quedan pensando, se van a comer y dicen: “Bueno, mirá esto, lo que pasó y demás”, me parece que eso es el éxito.
Generar ámbitos de reflexión y de debate para promover un pensamiento crítico. Eso genera, y por eso tienen que venir a ver «Escarabajos».
Escarabajos no es solo una obra que invita a la reflexión, sino una experiencia que se vive intensamente sobre el escenario. La destreza de Victoria Onetto, junto con el talento del elenco y la dirección de Juan Manuel Correa, logran una puesta en escena que se queda con el espectador mucho después de que las luces se apagan.
Con una historia cargada de emoción, humanidad y, por supuesto, una buena dosis de misterio, Escarabajos se perfila como una de las grandes apuestas teatrales del año. Sin duda, una obra que hay que ver y, sobre todo, sentir.
No te la pierdas, a partir de este 8 de mayo, únicas 4 funciones, los jueves a las 22 hs en el Teatro Picadero. Con entradas a la venta a través de Plateanet.
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