La maravillosa obra escrita por José María Muscari y Mariela Asensio cumplió el pasado 25 de septiembre tres años en cartel. Es por esto que tanto elenco como director celebraron una conferencia de prensa exclusiva a la cual El Walkman tuvo el honor de asistir. En ella no solo festejaron el cierre de una hermosa gira en el interior del país, sino que, además, anunciaron su regreso a la calle Corrientes, esta vez de la mano del Multiteatro Comafi.
UNA OBRA PARA DISFRUTAR Y PENSAR
La obra nos cuenta la historia de una jueza de la Nación ( Leonor Benedetto) que siente que su mente no funciona correctamente y decide reunir a las mujeres más importantes de su vida para pedirles ayuda. Así reúne a su hija (Emilia Mazer), su hermana ( Mirta Wons), su amiga y abogada (Iliana Calabró) y su mucama de toda la vida (Ana María Picchio), cada una con sus propias personalidades y conflictos. Que deberán anteponer al enterarse de que estos síntomas son producto de un principio de Alzheimer.
La propuesta invita no solo al disfrute de ver una excelente puesta en escena. Destacando en apartados como la música, iluminación, estética y escenografía, si no que además a reflexionar sobre la gran importancia por el cuidado de la salud mental. El funcionamiento de la mente y el papel fundamental de esta, ante las emociones y la vida cotidiana.
Elenco de lujo
Es por todo lo anterior que en revista El Walkman tuvimos el placer de hablar con cada una de las actrices de la obra y por supuesto con su director.
“Hacer esta gira, es fantástico. Las emociones que despierta, tanto en nosotros como en el publico que la va a ver son increíbles”.
Mirta Wons
Le consultamos a Mirta Wons cómo era su relación con su personaje y qué elementos tuvo en cuenta para llevarlo a cabo en escena y esto nos contó:
–“Es mi vida misma” (risas) —Me resultó muy orgánica, soy muy parecida. Es una desbordada total. Me pasa con todos los personajes, siento que vienen con algo que lo puede palpar cualquiera. Están en la vida real. No hay un estereotipo o son cinco mujeres que corresponden a un arquetipo determinado. Todas tenemos claros y oscuros. Y es la vida misma.
La obra presenta algo que nos termina pasando a todos nosotros en algún momento, cuando decís «¿Dónde deje la llave?», y la encontrás adentro de la heladera, ahí empezás a ver tus peores fantasmas.
Esto se hizo bajo la supervisión de Facundo Manes, no se tocó de oído. Está muy bien asesorado. De repente una de las fases típicas o de las expresiones de las personas con la enfermedad es las ganas de putear por ejemplo y es fantástico que vos ves a la jueza puteando ¡Porque tiene ganas de putear! No es un gag, pasa. Y eso es lo significativo de la obra, que este tratado con un humor muy inteligente y eso no quiere decir que es superficial o que se trata de una cosa ceremoniosa.
Creo que con la salud mental en general y algunos otros temas sensibles, por suerte se va modernizando el hablarlos, se le está quitando esa pátina de demonizar la palabra o el contexto. La obra maneja todos estos temas con humor y yo la vida la entiendo también así. Con humor. Creo que eso es lo que más me une a esta comedia dramática.
-Se ve claramente y sin duda es lo más destacable de la obra. No solo entretiene, sino que además concientiza y lo hace desde el lado del humor, la gente disfruta y se emociona como bien mencionaste. ¿No es así?
-Si tal cual. Cuando salís, te espera mucha gente. Y recorrés lugares donde increíblemente el teatro no llega. Es difícil a veces, lo sé, pero por suerte con el productor de la gira, que es Ariel Perrotti le encontramos la vuelta y se puede hacer. Es un gran esfuerzo de todos, pero ese esfuerzo tiene sus frutos, eso se ve en la gente que te dicen desde «Como me reí» hasta «No sabes la paz que me diste porque me hiciste pensar y me voy con una ficha en la cabeza que me va a caer». «Me morí de risa, pero hay algo que me toco». A eso apuntamos.
“Hay momentos con mi personaje en lo que no me reconozco a mí en nada, ni en un solo gesto. Y cuando siento que estoy tomada por un alma que no se parece en nada y no le meto nada propio, me siento a pleno, ahí es lo que más disfruto de actuar”
Emilia Mazer
Emilia Mazer interpreta a la hija de Leonor Benedetto, “Isabella” y con una hermosa sonrisa y gran calidez nos contaba un poco de ella:
-Es expansiva, es egocéntrica, es egoísta, es como una niña de casi 50 años que todavía toma de la teta de su mamá y no puede crecer. Le cuesta caer en la cuenta de que de alguna manera se va a tener que hacer cargo de su madre al enterarse de que tiene Alzheimer, y creo que tiene una lucha interna de ver quién va a ser más protagonista si ella o su mamá. Pero como a todos nos toca en algún momento de nuestra vida. Primero somos protagonistas frente a nuestros padres cuando somos hijos y después tenemos un poco que maternar o paternar a nuestros padres. Esa vuelta de tuerca le cuesta muchísimo. Porque implica un crecimiento para el cual no está preparada.
-¿Cómo fue el proceso de preparar a «Isabella»?
-Hay algo que me gusta y que también hago con mis alumnos de actuación y es ir siempre voy a la complejidad y a leer las situaciones al revés de la obviedad. Podría decir que es un personaje frívolo, pero detrás de esa frivolidad hay dolor, entonces tengo que comprender las causas de ese dolor. Yo trabajo mucho con las circunstancias de un personaje, me parecen fundamentales, entonces ahí es donde profundizo. Así sé a quién estoy haciendo. No lo sé de entrada, lo voy encontrando. Aparecen los colores propios y eso es un viaje de descubrimiento.
Es como si hubiera un momento en donde el personaje me enseña a mí. Isabella le cuenta a Emilia qué necesita y quién es. Y qué acción debería encontrar yo para expresarla. Y, por otro lado, me gusta actuar en un margen de libertad muy alto. Cuando llego a ella (siempre obedeciendo la puesta ) hay momentos que me pasan por ejemplo con Isabella que no me reconozco a mí en lo absoluto, ni en un solo gesto. Y cuando siento que estoy tomada por un alma que no se me parece en nada y no le meto nada propio, me siento a pleno. Es lo que más disfruto de actuar, llegar a esos estados, los cuales no los tengo nunca cuando estreno, ni al mes de la función, pero hace un año y medio que estoy haciendo a Isabella y es esa la zona que estoy transitando y me encanta.
«Lo más gratificante de esta producción es que el espectador salga del teatro y te haga una devolución del tema en sí. Desde que nos dieron el premio Estrella de Mar la gente ya no habla más de nosotras, sino del tema. Con conocimiento y experiencia eso es lo mejor».
Ana María Picchio
-¿Qué es lo que más te gusta de Perdida Mente Ana María?
-Lo que más me gusta de la obra es que la gente se la hace carne, se adueña y ya sabe de qué se trata. Y ya puede hablar del tema, antes de venir, y cuando se van ya se convierten casi en especialistas de la temática «¿Y por qué?» Porque todo el mundo tiene una experiencia conocida con el Alzheimer.
El principio de esa enfermedad cognitiva que empieza con algo tan simple como no recordar donde dejo los anteojos. Eso es lo que me interesa, la reflexión que deja.
«Es muy fuerte el recorrido que me permite hacer esta obra en este mundo interno de un personaje. Que se hace odiar al principio y la gente la termina amando cuando termina». «Es realmente hermoso».
Iliana Calabró
Frente al mensaje que deja la obra y la reflexión que propone tanto en los personajes como en el espectador, le preguntamos a Iliana ¿Cómo
la recorría a ella esta reflexión?
-Esta es una obra que habla de las diferencias. En los afectos, los vínculos, la amistad, las diferencias sociales, culturales ideológicas que las cinco tienen entre sí. Se enfrentan por intereses, por cariño, en un momento es como la hoguera de las vanidades. (risas)
Creo que Muscari logra acercarse a la cotidianidad de todo espectador, en donde empieza a ver reflejado en estas cinco mujeres, distintas historias y realidades de personajes que están en la vida misma y su entorno.
A partir de ahí desde el humor y la desdramatización entramos a un terreno en donde cuando aparece el conflicto, uno ya está atravesado por todas esas vivencias a los que fue transportado en el transcurso de esta comedia, y se entrega.
Se entrega a conmoverse, a reflexionar. Y al final a bailar y cantar. Realmente ves al publico cantando, bailando y parados naturalmente, se siente que se necesita desahogarse al final tan fuerte y conmovedor que tiene, esa es la mejor manera de sobrellevar todos los problemas de la vida, desde el humor. Es muy gratificante este recorrido, el espectador llega al teatro ya con la cabeza puesta en dejarse llevar y disfrutar y eso es lo mejor de todo.
«No tendría la repuesta exacta del éxito, pero tiendo a pensar que la razón es que la obra trata algo verdadero, no es una ficción».
Leonor Benedetto
–¿En estos tiempos en que las cosas son tan efímeras, a que
atribuís vos este hermoso éxito que está teniendo Perdida Mente?
–Realmente no lo sé, es muy difícil tener la razón verdadera por la cual una obra perdura, encontrar el porqué durante tanto tiempo la gente la elige. Yo te puedo decir lo que a mí me gustaría que fuera: Me complacería mucho que la obra durara porque el texto es excelente, las actuaciones son muy buenas y ya adentrándome en un terreno un poco menos certero, porque es lo que la gente necesita.
Inicialmente teníamos terror de decir incluso la palabra Alzheimer. Estuvimos reunidos un día entero, para decidir si la decíamos o no. «“No porque si decimos la palabra la gente se va a asustar, o se va a ir o no va a querer venir”» entonces partiendo desde ese prejuicio que hizo depender el éxito o el fracaso de la obra a una palabra. Pudimos elegir remplazarla o tomar otros caminos, pero al final decidimos que íbamos a decirla, porque iba a ser una especie de estafa al publico ocultarla. Y así fue. La dijimos.
No tendría la repuesta exacta del éxito, pero tiendo a pensar que la razón es que la obra trata algo verdadero, no es una ficción, hay gente en este momento con Alzheimer, una hija de una madre con Alzheimer o una amiga de alguien con esta enfermedad. Si tomas eso en cuenta tal vez puede ser. Pero no te puedo afirmar la razón por la cual la gente viene.
Hay un grado de credibilidad muy fuerte en la manera en como se actúa en la obra, sumado a la gran responsabilidad que tiene Muscari en la dirección y el camino que tomo para con ella. La sumatoria de todo eso creo que da la respuesta al porqué de este gran éxito.
LA DIRECCIÓN HACIA EL ÉXITO
«La obra se remasteriza constantemente y eso permite que siga siendo fresca y relevante. Yo soy un director que todo el tiempo está presente agregándole y sacándole cosas. Mucha gente que la vio en un inicio, hoy la vuelve a ver y me dice «¡Es otra obra! ¡Para mejor!» Eso es lo que más contento me pone«.
José María Muscari
-¿Después de tres temporadas como sentís que cambió el espectáculo?
–Tres años en escena hacen que se acumulen un montón de aciertos y que todo eso ahora aflore en el material, por otro lado, pasa algo muy bueno en el elenco, las cinco están muy amalgamadas. Creo que una gira sirve para que uno se termine de conocer sobre todo abajo del escenario y eso hizo que entre las cinco haya una afluencia superpositiva. Así que le tengo muchísima expectativa, no solamente
a lo que queda de la gira de acá hasta fin de año, sino a la nueva temporada en el Multiteatro.
-¿Cómo ves el impacto de la obra en el ámbito de crear la conciencia de la importancia de la salud mental?
-La verdad siento a partir de la devolución de la gente, que el espectáculo genera un montón de reflexión. La obra se mete no solo con la salud mental, sino también con el deterioro cognitivo, con la neurociencia, con un tema super tabú como el Alzheimer. Y me parece que todo eso, tratado desde el humor, la profundidad y la sapiencia de la actuación de ellas cinco arriba del escenario hace que un montón de temas o de situaciones que podrían ser difíciles, sean recibidos muy amorosamente.
-Hay mucha gente que ya tuvo la gratificación de ver la obra. Para los que todavía no la vieron ¿De qué se están perdiendo?
-Se están perdiendo de una obra que moviliza, que entretiene, que te divierte, pero que, sobre todas las cosas, sin hacer ninguna bajada, te ayuda a pensar y a reeditar tu propio vínculo con tu familia, con tus afectos y con tu propia cabeza.
La obra cierra su gira nacional visitando Santiago del Estero (23/10) / Salta (24/10)/ Jujuy (25/10)/Rosario 26/10) y Tucumán (27/10). Para luego a partir del 8 de noviembre iniciar la que seguramente
será otra exitosa nueva temporada sobre calle Corrientes en el Multiteratro Comafi.
El Walkman 
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