A los 14 años, el autor de esta obra se roba un libro de Shakespeare, y aunque lo lee obsesivamente, no logra entender una palabra hasta que le toca vivir situaciones en las que descubre asombrosos puntos de contacto entre su vida y algunas comedias y tragedias de Shakespeare.
De eso trata «Este es mi Shakespeare», la obra escrita, dirigida y protagonizada por Leandro Calderone, quién además cuenta con un equipo de amigos actores quienes le ayudaran contar esas historias de su vida que se entrelazan con las obras del mítico autor clásico. La misma se presenta los miércoles 20:30hs en El Galpón de Guevara y en El Walkman charlamos en exclusiva con Leandro quién nos contó un poco más acerca de la obra y cómo es el detrás de escena. Enterate de todo a continuación.
Primer acto: entre dos autores.
Inicia la función, antes del primer acto aparece Leo Calderone vestido para la ocasión empezándonos a contar como un incidente con un libro a sus 14 años será el puntapié para ahondarse (hasta el punto de obsesionarse) con uno de los autores clásicos más reconocidos a nivel mundial, ni más ni menos que William Shakespeare. Si bien al principio confiesa que entenderlo fue todo un desafío, la vida misma se encargó de ayudarlo a entender mejor de aquello que se plasmaban en sus páginas.
Por tal motivo al iniciar la entrevista con Leo, le consultamos como surgio la idea de realizar una obra en donde se mezclan ambos universos además de contarnos como se fue dando el proceso creativo. Y esto es lo que nos contó al respecto:
-En realidad surge primero más como un proyecto más Shakespeariano, más de visitar las obras de Shakespeare. Yo tengo una historia de toda la vida, digamos, como un autor que a mí me interpela de una manera especial y que siempre está muy presente en mí. Entonces tenía ganas de hacer una obra de teatro y dije «bueno, quiero hacer algo con las obras de Shakespeare». Como que mi primera idea fue hacer adaptaciones de obras de Shakespeare.
Después en el proceso, cuando empecé a escribir eso, empecé a hacer las adaptaciones y a releer las obras y a elegir cuál y cómo y qué. Ahí empezó a aparecer más lo que después terminó siendo más el corazón de la obra, que es la parte más de biodrama. Empezó a aparecer con algunos textos que yo empecé a escribir para unir las obras, empezó a aparecer esto y a todos les resultaba mucho más interesante. Como que las adaptaciones de obras de Shakespeare podían ser mejores o peores, pero que cuando aparecía lo personal, todo se volvía más interesante.

Continuando con con la pregunta, Leandro nos iba contando un poco más del proceso respecto al guion y como el mismo fue tomando tal forma hasta el punto de llegar a decir que Shakespeare le dio forma a contar su propia historia. «Trabajé la dramaturgia con Jimena del Pozo Peñalva, ella me hizo como una especie de asesoría. Y fue durante el proceso de ensayos que empezamos a trabajar más. Es decir, tuve una primera versión que te diría era más shakespeariana que calderoniana. Y empezamos a ensayar con eso, y en el proceso de ensayos, a todo el elenco, a todos los que le leían, a todos los que venían, como que les pasaba un poco lo mismo, «me interesaba más esto, esto y esto». Entonces, naturalmente, empezó a crecer, empecé a darle forma y a decir «bueno, tomé la decisión de decir voy por acá y voy a hablar más de mí que de Shakespeare»; o en definitiva usar a Shakespeare como un disparador para hablar de temas universales, pero también muy personales.
Continuando con la entrevista, remarcamos mucho lo que la obra fue y como la vida de él (Leandro Caderone) encajaba a la perfección con las obras del autor ingles. A lo que Leandro nos decía lo siguiente:
-Yo me acuerdo cuando empecé a estudiar teatro que Alezzo decía que Julieta era un personaje escrito para una chica de 14 años pero como no lo puede interpretar una actriz de menos de 30 porque por la experiencia de vida que implica poder entender lo que le pasa a Julieta, una chica de 13/14 años, no lo podría abarcar, eso es lo que él decía. Y un poco tiene eso, en los grandes materiales, las grandes producciones literarias, implican un poco eso, la experiencia de vida para poder entenderla. Como decir, uno empieza a atar cabos sobre lo que leyó cuando va viviendo algunas cosas. No necesariamente cosas que te pasan a vos pero sí que pasan alrededor tuyo que vos podés vivenciar, que vos podés experimentar de cerca. Y entonces ahí uno necesita leer algo a una edad y releerlo varios años después, que vos decís «ah, bueno, ¿qué habré entendido yo en aquel momento de esto?» Porque hoy, con la experiencia que tengo acumulada de vida y profesional, puedo entender la hondura de lo que el autor escribió.
Y un poco es eso lo que relato. Cómo fue el proceso de que si bien yo llegué a Shakespeare de muy joven, en la adolescencia, lo fui entendiendo por capas a medida que fui viviendo. Esta es la idea.

– ¿Cuánto podríamos decir que Shakespeare es parte de tu vida en sí?
– Tengo una forma de trabajar en la que siempre estoy muy atento a los nuevos modos de comunicación, a tener un discurso, un lenguaje moderno, audiovisualmente hablando. Pero en el contenido soy muy clásico. O sea, en las formas es quizás donde busco la innovación, pero en el fondo soy clásico. Y porque tengo una formación muy clásica, entonces yo te podría decir que casi todas las estructuras de las cosas que escribo tienen un anclaje o en Shakespeare o en los griegos, que es otra de las especialidades que hice en mi juventud. Lo estudié, también di clases, también estudié un montón de teatro griego y también de Shakespeare. Esas dos fuentes es donde yo voy a buscar inspiración de alguna manera. No es que yo trabaje con esos argumentos pero sí como que hay algo de que todo lo que puede contener el mundo de la ficción ya existe en todo lo que es el teatro griego o de Shakespeare. Entonces, esa es mi referencia.
«Tengo una formación muy clásica, entonces yo te podría decir que casi todas las estructuras de las cosas que escribo tienen un anclaje o en Shakespeare o en los griegos»
Leandro Calderone
Y a veces se aparece de forma mucho más literal, como el chiste que yo hago en la obra, cuando el compilado de Casi Ángeles (2007-2010), donde yo lo hacía explícito, la historia de Romeo y Julieta la hacía explícita, la nombraba. Pero también a veces es de forma velada, a veces hay referencias que solo yo sé que están ahí. Por ejemplo, un programa de televisión que hice que se llamaba Herederos (2011), que era una cosa sobrenatural, y yo me basaba en los trabajos de Hércules, que es parte del mito griego y algunas obras griegas, donde eran los doce trabajos que tiene que hacer Hércules.
«Siempre tengo una referencia de lo clásico. Entonces está presente, a veces de manera evidente y a veces de manera solapada. Es como la arquitectura, el arquitecto que trabaja con los conceptos clásicos de la arquitectura. Después los revestimientos, las formas, todo lo exterior puede cambiar pero hay algo en la estructura más clásico.«
Leandro Calderone
Segundo acto: en equipo vamos a escena.
«Este es mi Shakespeare» no solo es llevado a cabo por Leandro, sino que también cuenta con un equipo de amigos actores que hacen posible la obra en sí. El elenco está conformado por Adriana Ferrer, José Frezzini, Karina Hernández, Ariel Mele, Andrés Passeri y Payuca. Al preguntarle a Leo respecto a como se fue dando la selección del elenco y el trabajo nos contó lo siguiente:
-Bueno, mira, hay algo de lo que está en el espectáculo que es esta idea de un grupo de amigos que me ayuda a contar esta historia, que es parte del espíritu de la obra. Yo empecé a armar el elenco reuniendo amigos, esta era la idea. La mayoría eran amigos míos, o parte de un grupo conocido, era gente con la que yo ya trabajé, o que tenemos una relación de amistad o una relación estrecha. Y después tenía algunas necesidades puntuales, entonces ahí empecé a buscar recomendaciones de amigos. Lo que más me interesaba era eso, que fuera gente con la que poder armar un grupo amistoso de trabajo. Y fue así de entrada, apenas empezamos a ensayar, ensayamos el año pasado, ensayamos dos meses y enseguida se armó una dinámica grupal muy interesante. Y que lo pide la obra, la obra tiene una dinámica coral, una dinámica de todos en el escenario, todos puestos al servicio del relato, entrar y salir, y armar, y estar ahí muy disponibles, casi como un juego. Como decir, ahora jugamos a «Sueño de una Noche de verano«, ahora jugamos a «Romeo y Julieta», ahora jugamos a «Cantar«. Es como una cosa más de amigos que se juntan a jugar.
Y después paramos en el verano, por vacaciones y por compromisos previos, yo ahí tomé ese tiempo para reescribir la obra, y bueno, retomamos ahora dos meses antes del estreno ya con más intensidad. Y bueno, la verdad es que es una fiesta. Como que se arma una cosa de un grupo de pertenencia y eso me parece que luego se ve en el escenario y en definitiva era mi idea.
Continuando con la entrevista le preguntamos a Leandro cuál es esa escena que más le gusta de toda la obra y nos respondió lo siguiente:
-Me gustan todos los cuadros. La verdad que no podría decir. Me gustan todos por eso todo está ahí y de hecho la obra tenía diez páginas más que las volé. Es decir, yo soy muy quirúrgico, corto, saco, pongo, no tengo drama y deje solo lo que me gusta, solo lo que creo profundamente. Entonces, siento que está todo como lo imaginé de la mejor manera posible.
Después creo que hay algo, si tuviera que destacar algo, creo que todo lo que se arma en Romeo y Julieta me parece que es muy bello y como que es el corazón un poco de la obra, y que eso es un momento muy especial, todo lo que se arma, desde el comienzo, cuando empiezo a contar la historia y hasta el final que lo que los chicos hacen es extraordinario.
Luego de esa respuesta, el autor remarcó la emotividad que se genera por momentos dentro de la función, además de haberlo vivido en primera persona, con lo cual Leo nos responde lo siguiente:
–Si,pasa mucho eso, todos se van comentando eso, cuán emocionados, conmovidos quedan después de esa parte. Pero en la obra en general, casi todos refieren a eso, a que los emociona.
Tercer acto: antes, durante y después de la función
-¿Tenés o tienen algún ritual previo antes de cada función?
-Bueno, se fue armando. Hicimos tres funciones y se fue armando como medio algo que va enseguida; lo que tenemos es un momento de armado, tenemos que armar para poner luces pero una vez que ya está todo listo, nos juntamos a pasar letras, sobre todo en la última parte, que es muy complicada de letra, que es una parte más poética, primero hacemos una pasada de letra, mientras nos cambiamos y nos maquillamos y después, una vez que ya estamos listos, ya la gente está por entrar a la sala, vamos al escenario, nos relajamos todos y después hacemos una ronda donde siempre decimos lo mismo. Andy nos dice unas palabras y todos repetimos al final, un mierda y arrancamos.
–Ahora bien, respecto al público ¿Cómo se fue dando la respuesta después de cada función?
-Alucinante, la verdad que yo tenía mucha fe en la obra y en la potencia de lo que pasaba. En mi doble rol de narrador pero también de director, yo veía la obra, los chicos por ahí no la veían tanto. Entonces, yo tenía mucha confianza.
Pero lo que empezó a pasar a partir del ensayo general, que vinieron algunos amigos, superó ampliamente mis expectativas. Lo que yo quería era atravesar los materiales y que pasara algo que te conmocionara de alguna manera, la risa es más fácil en el teatro (no de lograrlo), pero que un espectador se ría es algo muy claro; pero que te emocione el teatro es más raro. Pero yo quería eso porque esa es la potencia de las tragedias que llegan a ese nivel de vibración, sino pasa eso con el público entonces está muerto el material. Entonces, yo quería que pasara eso (refieriendose a generar emocionalidad en la obra) y eso se logra. La verdad que se logra con una contundencia ya desde el estreno fue impresionante.
La verdad que la gente comenta eso, todos se sorprenden mucho, no imaginan lo que vienen a ver; creo que hay algo del título de la obra y de la grafica, idea de que pensas que venís a ver más una comedia basada en Shakespeare pero nadie se imagina y es difícil de describir la obra. Es una obra bastante particular y no se imaginan lo que vienen a ver y cuando empieza a pasar es como pum y quedan todos como «wow», se quedán llorando. Y acotando a lo que nos mencionó respecto al unirverso shakespeareano, Leandro nos dijo lo siguiente: exacto, es todo, es la idea del universo shakespeareano que contiene todo.
-¿Tenés alguna palabra final que represente «Este es mi Shakespeare» y por qué deberían ir a verlos los miércoles en el Galpón de Guevara?
-Creo que hay algo del espectáculo que conjuga, está muy de moda el biodrama en este momento, que es decir la autoficción, el drama personal, la ficción personal puesta en el escenario, hablar desde un lugar del yo. Y por otro lado está el teatro clásico que es universal, es lo consagrado y acá hay un intento de conjugar lo personal y lo universal. Lo personal y lo universal dialogan porque en definitiva lo universal es universal porque nos toca a todos porque nos interpela a todos.
Entonces yo siento que a partir de hablar de mi historia personal y utilizando a Shakespeare como soporte, estoy teniendo un diálogo con lo universal desde lo personal y me parece que eso es lo que a mi me tiene más contento del trabajo, de lo logrado. Estamos hablando de mi pero estamos hablando de todos y en ese hablar de todos es donde el espectador se siente reconocido.
Entonces, yo creo que el espectador tiene que venir a ver «Este es mi Shakespeare» primero porque la va a pasar muy bien, porque es una obra con unas grandes actuaciones y es muy divertida por momentos y muy conmovedora en otros momentos. Pero también porque hay algo de la experiencia catártica del teatro, de la experiencia ritual del teatro y de ver una obra que te interpela, que te hace pensar en tu historia, que te hace pensar en el arte, en el valor del arte, en la importancia del arte para nuestras vidas y todo eso está contenido en este micro universo Shakespeareano que grabamos nosotros.
«Este es mi Shakespeare» se estará presentando hasta el miércoles 25 de junio en El Galpón de Guevara (Guevara 326-Chacarita) a las 20:30 hs y podés adquirir tus entradas por Alternativa Teatral.
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