Nicolás Martin, protagonista de «Paquito, la cabeza contra el suelo»: «Muchas veces queremos ponernos al frente de ciertas batallas y no podemos pero «Paquito» lo hace.»

Los jueves de enero y febrero puede verse en el Teatro Metropolitan – Av Corrientes 1343 CABA- «Paquito, la cabeza contra el suelo». La obra dirigida por Juanse Rausch, con dramaturgia de Natalia Casielles y música de Teo López Puccio con las actuaciones de Nicolás Matin, Maiamar Abrodos, Lucía Adúriz Bravo, Matías López Barrios, Paola Medrano y como artista invitado durante el mes de enero, Mariano Saborido, se constituye como el intento de reconstrucción de una vida: la vida de Paco Jamandreu. Marica, diseñador, modisto, crítico, personaje público, performer, escritor. Paco es recordado por ser quien vistió a Eva Perón, sin embargo y más allá de este vínculo esencial, hay mucho más para descubrir en la historia de este personaje.

Para conocer más acerca de la obra, desde El Walkman charlamos con Nicolás Martin el mismísimo Paquito de esta obra. Enteráte a continuación de todo lo que nos contó

Foto Irish Suarez. Cortesía Varas Otero

-¿Cómo fue tu llegada a la obra?

-Se dio porque Juanse (Rausch) me convocó. Él me había visto actuar en otra obra y pensó en mí para el personaje, y al toque a mí me fascinó y le dije que sí y arrancamos a ensayar al mes.

-¿Cómo que el proceso de ensayos para interpretar a un personaje tan importante como Paco?

-Fue mucho ensayo porque además no solo es el personaje, sino que al ser un musical tiene como mucha presión. Un musical así funciona como un artefacto de relojería, con ese nivel de engranaje. A mí me gusta pensarlo como la costura, que es como ir dando hilvanada por hilvanada muy suavemente, es algo muy complejo que requiere de mucha precisión y además en términos del personaje es un desafío porque yo no conocía a Paco. No sabía quién era, nunca lo había visto en televisión, no tenía ni idea. Entonces tuve que empezar a investigar. Hay poco material audiovisual de él.

Atravesé un proceso de búsqueda, de esa mezcla que necesita el personaje, que es de showman, esa actuación como más exacerbada, de alguien que está en el escenario, que le encanta hacer el show como fue él. Como fue visto, quizás la imagen más accesible de Paco como la que va más a la memoria de quién fue él.

Y después está lo que Juanse quiso transmitir del personaje que me parece fundamental que es la ternura. Entonces, se va armando a través de los relatos de sus tías, de sus amigas, sobre todo de lo que él cuenta y cómo lo cuenta también. Esa mixtura con una textura muy particular entre esta cosa del showman y de vulnerabilidad y de ternura, que muchas veces no se vio eso o no se contó eso de él en la televisión o en aquel momento donde él era estrella.

¿Cómo vivíste la primera función en el Metropolitan?

-Te soy honesto, me sentí igual que en las funciones en El Galpón de Guevara. Hay algo como conceptualmente que esta buenísimo llegar a calle Corrientes y que la obra tenga tanto revuelo por estar dentro del circuito comercial que es algo que también está muy bueno para los artistas. Pero la realidad es que en esta obra hay algo que se mantuvo, que siempre estuvo igual. que tiene que ver con el quipo de trabajo que siguió manteniendo el carácter artesanal de la obra. Eso me parece fundamental para la obra, que no se pierda lo artesanal ni la manera en que «Paquito» fue concebida con mucho pulmón y la energía del trabajo independiente.

-¿Cuál es el desafío más grande que sentís que esta obra te trae?

«Paquito» es una obra que me genera mucho compromiso personal. La obra me cambió. Haber conocido a este personaje y actuado con las personas que actué. No es un trabajo donde vos vas trabajás y volvés. La obra trasciende el escenario. Yo me politicé mucho más, conocí cosas de la historia, de la identidad cultural, es el primer proyecto profesional grande que hago. Se me juegan muchas cosas simultaneas no solamente lo profesional.

-¿Cómo te llevas con el elenco?

-Me llevo bárbaro. Prácticamente somos familia. He aprendido muchísimo, por ejemplo, Maiamar para mí fue una maestra, una persona que estuvo para mí todo el tiempo. Lu Adúriz te enseña de verla actuar. Nos llevamos bárbaro, somos todos muy intensos pero nos levamos bárbaro.

-¿Cuál es tu momento preferido de la obra?

Me gusta mucho el momento donde las tías se van presentando. Yo de chico la veía actuar a mi tía. Fue la primera de mi familia que me acercó al arte escénico. Y a mi que Paco tenga tanto amor sus tías, que las presente y aparezcan y que después termine haciendo un numero para ellas, resuena mucho conmigo. Ese número a mi me emociona particularmente y además me parece que es de una finura hermosa la puesta, como se prenden por primera vez las luces de las tarimas y aparece una especie de mini escenario como salido de un sueño de Paco y aparece Maiamar que hace de Pepa, aparece Matuca, aparece Celina, ese momento me emocionó desde el principio.

Foto Irish Suarez. Cortesía Varas Otero

-¿Cómo vivís la respuesta del público?

La gente tiene una respuesta hermosa. De repente, vienen alumnas de Paco, vienen señoras muy mayores que lo conocieron a él y quedan fascinadas. Me acuerdo que en la temporada anterior había venido una ex alumna de Paco y quedó muy muy emocionada; otra que trajo vestidos de Paco que ella había modelado. Entonces hacer «Paquito» es, de alguna forma, como hacer carne la memoria de mucha gente y eso es muy emocionante. Paco fue una persona muy querida. Me parece una personalidad importante para recordar. Fue de los primeros homosexuales que salían en público él mismo se describía como puto, polémico y político.


«Hay una frase de Paco que dice «Por lo que nosotros fuimos ustedes pueden ser» Todas las funciones me emociono al escucharla. No solo lo recordamos a Paco sino que lo traemos como mártir al frente de una batalla. Una lucha que el dio en su momento y que ahora se reivindica en el teatro» – cuenta Nicolás y sobre lo que significa realizar esta obra en este momento de la cultura que nos toca transitar sostiene: «El momento que atravesamos ahora es muy complicado en muchos aspectos y a mí honestamente me da mucho orgullo pertenecer a este equipo, porque la obra es el equipo. La obra se genera con un pensamiento colectivo no solamente el texto, las actuaciones, la dirección. Muchas veces queremos ponernos al frente de ciertas batallas y no podemos pero «Paquito» lo hace.»


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