«La dicha en movimiento»: Crecer, enamorarse y entrar, sin darse cuenta, en la historia del rock argentino

Desde el 20 de noviembre puede verse en cines La dicha en movimiento, dirigida por Maxi Gutiérrez y protagonizada por Kevsho, Ornella D’Elía, Sofi Morandi y Julián Cerati. La película sigue el paso de la adolescencia a la madurez de Mario (Kevsho), un pibe que queda flechado por Ana (Ornella D’Elía), una joven del entorno de Los Twist.

Ese flechazo adolescente lo empuja a cruzar una puerta que transformará su vida para siempre: colarse casi por accidente en la legendaria grabación del disco La dicha en movimiento, producido por Charly García en los míticos Estudios Panda. Mientras intenta conquistar a Ana —entre torpezas, humor, deseo y esa electricidad de lo nuevo—, Mario se convierte sin querer en testigo privilegiado del nacimiento de uno de los álbumes más influyentes del rock nacional.


Un pibe, una chica, y ese momento en el que todo vibra

Mario —interpretado por Kevsho en su primer protagónico— está buscando algo. Quiere encontrar la manera de acercarse a Ana (Ornella D’Elía). Esa búsqueda lo llevara a un viaje sin escalas al centro de un torbellino creativo: la grabación del primer disco de Los Twist.
El film acompaña ese tránsito adolescente: la mirada curiosa, el asombro, el desconcierto, la primera vez que uno se siente parte de un mundo más grande que uno mismo. Cada gesto, cada sonido detrás de una puerta, cada mirada inesperada entre músicos y técnicos crea una atmósfera vibrante, desordenada y profundamente humana. No hace falta grandilocuencia: la emoción está en lo cotidiano, en la intimidad del estudio, en el pulso de una Buenos Aires que empieza a despegar de la oscuridad.

En escena. Fotografía cortesía Silvana Waisberg

Una dirección que escucha, mira y deja respirar

Maxi Gutiérrez construye la película desde una cercanía cálida: la cámara acompaña a Mario, lo sigue, se tropieza con él, se enamora con él. No busca reconstruir un museo del rock; en cambio, reconstruye una energía. Una época que vibra más que se explica. Un disco que nace más por impulso que por planificación. La película captura el instante donde algo creativo se enciende sin que nadie lo advierta del todo. Ese momento en el que la música, la amistad y la juventud encuentran su propio lenguaje.

Maxi Gutierrez durante la avant premiere del film. Cortesía Silvana Waisberg

Un elenco que late al ritmo de la historia

Junto a Kevsho y Ornella D’Elía, Sofi Morandi y Julián Cerati aportan frescura y ritmo. Las participaciones de Romina Richi, Ronnie Arias, Campi, Lalo Mir y el propio Pipo Cipolatti construyen un universo coral que dialoga entre humor, nostalgia y vitalidad. Cada presencia suma, cada intervención deja una marca emocional en el recorrido de Mario.


Una película que abraza el recuerdo sin quedar atrapada en él

La dicha en movimiento habla de crecer, de enamorarse, de descubrir la música desde adentro.
Habla de la emoción de estar cerca de algo grande sin entenderlo del todo.
Y habla también de la belleza de los accidentes: de cómo un paso en falso puede llevarnos justo al lugar donde empieza nuestra historia.

En esta segunda semana en cines, la película sigue encontrando espectadores que conectan con lo que propone: una historia luminosa, suave, atravesada por la música y por la ternura de esos días donde todo parece estar ocurriendo por primera vez.


Dónde ver La dicha en movimiento (del 27/11 al 3/12)

La película sigue sumando funciones en todo el país durante su segunda semana en cartel. Podés verla en: Ciudad de Buenos Aires: Atlas Caballito – Cine Gaumont. Junín: Tu Cine Junín. Lobos: Cine Teatro Italiano. Navarro: Cine Gran Navarro. Castelli: Cine Teatro Avenida. Trenque Lauquen: Cine Barrio Alegre.

Victoria: Cine Teatro Victoria. San Salvador: Cine Auditorium. Cipolletti: Cine Lorenzo Kelly. Villa Regina: Círculo Italiano. El Bolsón: Casa del Bicentenario. San Martín de los Andes: CC Cotesma. Rawson: Centro Cultural José Hernández. Caleta Olivia: Sala José Fernández. Tierra del Fuego: Cinema 4 Río Grande


Una historia que sigue moviéndose

La dicha en movimiento no es solo una mirada hacia el pasado: es una invitación a recordar quiénes éramos cuando todo estaba por empezar. Esa mezcla de torpeza, deseo, descubrimiento y desconcierto que marca el puente entre la adolescencia y el mundo real. En cada función, la película encuentra espectadores que se dejan atravesar por esa vibración primera: la música que se está inventando, el amor que recién despierta, la vida que empieza a tomar forma sin pedir permiso.

Si creciste escuchando rock nacional, la película es un abrazo. Y si no, es una puerta abierta a un universo donde lo extraordinario ocurre entre amigos, cables, errores y canciones que todavía no saben que van a ser himnos.

En esta segunda semana en cines, La dicha en movimiento sigue rodando, encontrando miradas, y sumando voces. Y tal vez ahí esté su mayor verdad: algunas historias no necesitan gritar para quedarse con vos. Solo necesitan una canción, una sala y ese instante en el que algo —sin saber cómo— empieza a moverse adentro tuyo.


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