Una noche mágica en el bosque, cuatro jóvenes atrapados en un enredo de pasiones y hechizos, y un grupo de artesanos que sueñan con presentar su obra ante el Duque. Así se vive Sueño de una noche de verano, el clásico de William Shakespeare que volvió a escena bajo la dirección de Rubén Hernández Miranda, con funciones todos los jueves en el Teatro Multiescena.
Con una puesta vibrante, un vestuario fabuloso y un elenco coral que equilibra comicidad y poesía, la obra revive la potencia de los textos clásicos con una mirada accesible, lúdica y emotiva. Entre los personajes más entrañables está Madejas, el tejedor con alma de actor, interpretado por Giorgio Mozzone, quien aporta una sensibilidad tan graciosa como conmovedora a cada aparición en escena.
Desde El Walkman fuimos al estreno y luego charlamos con Giorgio, que nos contó cómo fue el proceso de creación de su personaje, lo que aprendió del trabajo en grupo y por qué esta versión de Sueño de una noche de verano es, literalmente, para todos los públicos.

El personaje que lo eligió a él
–¿Cómo fue tu llegada al proyecto?
Mi llegada al proyecto se da a través de una compañera de elenco, Mariana Currá, que es quien interpreta a Hermia en esta obra. Yo la conocía porque habíamos estudiado juntos, actuación frente a cámara y teatralidad, con María Lía Bagnoli, en el 2022, y después quedamos en contacto.
Ella ya había trabajado con el director Rubén Hernández Miranda en otra obra y me dijo que estaban convocando actores y actrices jóvenes para hacer una obra de Shakespeare y que tenían un proyecto para llevar adelante. Tuve una primera reunión —tuvimos varios actores— con Rubén, donde nos explicó cuáles eran sus objetivos para el futuro, qué tipo de obra quería hacer y cuáles eran sus ideas para llevar adelante el grupo y la obra.
Quedamos en contestarle, y ahí fue cuando empezó todo esto. Esto fue a fines de julio del año 2024, principio de agosto, cuando empezamos con las charlas sobre hacer esta obra.
–¿Qué sentiste la primera vez que recibiste el personaje?
Lo primero que hice cuando me enteré de que estaba la posibilidad de hacer esta obra fue empaparme de la obra, leerla mucho, completamente, y tratar de ver de qué se trataba. Porque es una comedia romántica, entonces quería entender por dónde iba esa comedia que había sido escrita hace muchísimo tiempo.
Leí varios guiones de diferentes adaptaciones. Si bien la obra es la misma, las adaptaciones te ayudan a entender el humor, las formas y el tono de la obra, por lo menos de cada personaje. Yo no recibí el personaje, digamos que lo leí, y ya tenía decidido que había dos personajes que me llamaban mucho la atención. Uno de ellos era Madejas.
Cuando tuvimos la segunda reunión, ya para quienes queríamos arrancar con el proyecto —primer fin de semana de agosto de 2024—, fui con la idea de que quería interpretar a Madejas. Me gustaba el personaje, lo que contaba, su desarrollo. Más que recibirlo, fue mutuo: el personaje me eligió y yo quería recibirlo.
Tejer un rol desde el oficio y la sensibilidad
–¿Cómo fue tu proceso para interpretarlo?
Primero observé cómo interactuaba con los demás personajes, cómo se comportaba, más allá de lo que decía, cómo lo decía. Porque él pertenece a un grupo de artesanos, y todos tienen sus oficios.
Eso lo trabajamos mucho con Ruben y Catalina Julia Artesi que es la asesora literaria de la obra y es especialista en teatro isabelino. Junto con ella analizamos el porque y el contexto en el que Shakespeare escribió la obra y el detalle de comportamientos y oficios de los artesanos.
Madejas es el tejedor, y tiene esa actitud de querer llamar la atención, de querer ocupar espacios, como lo hace un tejedor que ocupa todos los espacios con su trabajo. Era muy importante entender al personaje desde ese lugar.
Rubén nos hacía trabajar mucho sobre el “ser” del personaje, su esencia. Más allá del texto, el personaje es alguien, tiene un contexto, y ese ser está determinado por su oficio y su vida diaria. Eso lo lleva a actuar como actúa.
–¿Te inspiraste en algo o alguien para darle forma a Madejas?
Fueron marcaciones del director, y también la libertad que nos dio para proponer. Hice una conclusión sobre cómo sería un artesano en esa época. Con la ayuda de Catalina, fui construyendo un Madejas que es un borrachín, como muchos artesanos, pero que tenía habilidades especiales, sobre todo para cantar y actuar.
Por eso le dan el papel de Píramo dentro de la obra. Tenía facilidad para actuar y cantar. Así que fue una construcción a partir de eso: lo que decía el director, lo que aportaba Catalina y lo que yo podía aportar.
Madejas es un hombre trabajador, de clase baja, que frecuenta cantinas, le gusta actuar y se anima a todo. Tiene mucha sensibilidad y expresividad. Quiere interpretar cualquier personaje que falte. Esa necesidad de llamar la atención, de animarse a todo, fue clave en su construcción.
–¿Cuál sentís que fue el mayor desafío para vos en este personaje?
Encontrar el tono justo. Hacer que Madejas no se pase de energía ni se quede corto. Tratar de hacer que el personaje sea mesurado, que el personaje tenga el tono justo para ser divertido y no sobrepasar de energía ni de protagonismo más allá del que tiene. Que no haga más de lo que tiene que hacer ni menos. Medir eso es difícil.
Si el personaje pide un 10 y estás en un 5, cuesta llegar. Pero también, si estás en un 15, cuesta bajar. Vos no te estas viendo y es ahí donde el director y tus compañeros son el espejo en el que confías. Es un trabajo en conjunto entre el director, el actor y tus compañeros de escena también. Vos te lucís en escena porque tus compañeros también hacen que vos te luzcas.
Siento que, a menos que estés solo, vos te lucís en escena por el trabajo tuyo y el trabajo de los demás que están con vos haciendo la contrascena, reaccionando y todo lo que les va pasando por el cuerpo a medida que uno va transitando la obra y diciendo lo que va diciendo.
También fue importante equilibrar energías con mis compañeros más jóvenes. La energía que ellos dan naturalmente por su juventud, la jovialidad, la expresión corporal etc. y mi trabajo en consecuencia siendo mucho más grande.
Entonces, equilibrar esas energías creo que fue lo más complicado, pero creo que se llevó adelante bastante bien, por el trabajo que se hizo con el director, con mis compañeros y el trabajo que pude hacer yo.
En definitiva es un logro en equipo que partió del trabajo y la propuesta personal para tomar seriamente el desafío de encontrar el tono Justo, la energía, la expresión junto con los colores y matices que necesitaba el personaje.
Ensayos, compañerismo y humor shakespeariano
–¿Cómo fue el trabajo en equipo para llevar la propuesta a escena?
Fundamental. En casi un año de trabajo hubo personas que por distintos motivos no pudieron seguir, pero también se sumó gente nueva con mucha energía. El trabajo en grupo fue esencial para llegar al estreno, sobre todo para concluir, para decir: bueno, lo vamos a llevar a escena.
Hubo mucha lectura, investigación y trabajo en equipo. Incluso ensayamos por fuera de los días pautados: plazas, encuentros informales. Todo para estar a la altura y ayudar al resto del elenco.
Fue fundamental el trabajo en grupo para todo: para la toma de decisiones, para que nadie se decaiga cuando algo por ahí tarda más de lo esperado, cuando necesitás estar arriba, porque en este tiempo pasan muchas cosas.
Lo hermoso del grupo de trabajo que tenemos es que siempre hay alguien para levantarte, para decirte: “Bueno, vamos para arriba”.
No se hubiese podido hacer si esto se hubiese tomado de una manera más individualista. Todos cedimos y dimos al grupo para que esto vaya adelante, se pueda estrenar, para que pueda tener un buen lugar, para que pueda salir bien. Nos apoyamos entre todos, pase lo que pase. Así que creo que el gran éxito de esta obra es haber conformado un buen grupo humano para llevar adelante la propuesta. Creo que eso es fundamental.
–¿Cómo te llevás con el elenco? ¿Hay alguna escena que haya sido especialmente divertida de ensayar o compartir?
Creo mucho en el grupo humano y el compañerismo. Y el elenco de esta obra es así. Rompo el hielo fácil, y eso también se contagia. Sobre todo los que somos más grandes que estamos en la obra, tratamos de cuidar, de estar.
Me llevo bien con todos porque es fácil: hay sonrisas, palabras alentadoras, buena energía. Con los artesanos —el grupo con el que más escenas comparto— vivimos momentos muy divertidos. Escenas muy divertidas que requieren de humor y de mucho trabajo para poder hacerlo.
No es fácil hacer humor en una obra de Shakespeare. Eso fue mucho trabajo del director, trabajo de cada uno en particular también: de poder hacer humor, pero hacerlo dentro de una obra de Shakespeare, que es divertida, pero que tenemos que agarrar esa diversión, hacerla propia, ponerla en el cuerpo. Es mucho trabajo.
También tengo una escena con Titania (Marta Sambuceti) que es muy divertida, y trabajar con ella es un placer.
En general, disfruto cada vez que salgo a escena, porque son escenas que invitan al juego y al disfrute. Cuando la letra está incorporada, lo que queda es investigar y jugar.
Magia, estreno y un sueño compartido
–¿Cuál es tu momento favorito de la obra?
Tengo dos. Uno personal, de cuando estoy en escena, y otro cuando no.
El primero es cuando puck interviene a los artesanos en el bosque. Es mi momento favorito porque es mágico, gracioso, y genera una gran reacción del público. Nos reímos mucho haciéndolo. Me gusta por lo divertido que es y porque también es cuando aparece la magia para los artesanos. Cuando aparece eso inexplicable que ellos no saben cómo tomarlo y es cuando les aparece la magia a todos, más especialmente a Madejas. Ese es uno de mis momentos favoritos.
El otro es la escena entre Oberón y Titania, cuando se manifiesta la magia. Me parece fundamental, porque explica muchas cosas: el amor, el desamor, la manipulación y las intenciones detrás de esa manipulación tan bien actuada y representada por mis compañeros. Viéndolo de afuera, me parece una escena espectacular, un momento muy lindo que explica muchas cosas.
Y después hay otro detalle que está en la obra, dentro de lo que escribió Shakespeare, que es muy lindo: la conclusión de Teseo sobre el amor, sobre la convivencia entre el loco, el enamorado y el poeta, y que estos sean parte de la imaginación, de la magia y del poder que tiene la imaginación.
Tanto para el enamorado, como para el loco, como para el poeta, como si fuesen tres personas conviviendo dentro de cada uno. Esos me parecen que son mis momentos favoritos.
–¿Cómo te sentiste en el gran estreno con la respuesta del público?
Me sentí muy bien. La respuesta fue fantástica. En los estrenos suele venir gente querida, cercana, y fue como compartir con una familia. Fue muy emocionante.
El estreno marcó el final del proceso de ensayos y el inicio de algo nuevo: estar en escena, sostenerlo. Pero fue una gran alegría. Yo la disfruté mucho, y creo que mis compañeros también.
–¿Por qué creés que la gente no puede perderse Sueño de una noche de verano?
Porque es una excelente adaptación de Rubén Hernández Miranda. Tiene una idea clara de realización, bien orientada. Y porque es llevar a Shakespeare a todo el mundo.
No solo al público que “sabe de teatro”, sino también al que no. Todos pueden entender esta historia de amor, con momentos trágicos, alegres, poéticos y mágicos.
Queremos que todos puedan entrar en esta historia, en este sueño. Shakespeare no es solo para un público exquisito. Esta obra es para todos. Por eso creo que nadie debe perderse Sueño de una noche de verano.
Entre risas, enredos y transformaciones mágicas, Sueño de una noche de verano invita al público a sumergirse en un universo donde el amor y la fantasía van de la mano. Giorgio Mozzone le da vida a Madejas con una entrega que se sostiene en la investigación, el juego y el trabajo en equipo.
Desde El Walkman, celebramos esta propuesta que acerca a Shakespeare a todo el mundo, con una puesta potente y un elenco que lo deja todo sobre el escenario.
La obra se presenta todos los jueves de junio y julio a las 20:30 hs en el Teatro Multiescena (Av. Corrientes 1764). Entradas a la venta por Alternativa Teatral.

📌 Sueño de una noche de verano
🗓 Funciones: Todos los jueves de junio y julio – 20:30 h
📍 Teatro Multiescena – Av. Corrientes 1764, CABA
🎟 Entradas por Alternativa Teatral
🎭 Elenco
Corte de Atenas: Teseo – Gerardo Striebeck / Hipólita – Sandra Verónica Waigandt / Egeo – Fernando Colom / Filóstrato – Julián Solís – Jóvenes amantes: Hermia – Mariana Currá / Lisandro – Germán Flood / Helena – Laura Laiguera / Demetrio – Juanjo Morilla
Artesanos: Madejas – Giorgio Mozzone / Membrillo – Franco Barros / Caramillo – Gabriel Rodríguez – Adrián Galiz / Jeta – Ciro Fernández Divano / Famélico – Franco Bree – Hadas y elfos: Oberón – Cristian Giambroni / Titania – Marta Sambuceti / Puck – Joaquín Sequeira Vega / Hadas: Graciela Beatriz Onofrio, Ruth Nowens, Sandra Verónica Waigandt, Fiona Luján, Sofía Medina / Elfos: Fernando Colom, Franco Barros, Franco Bree, Ciro Fernández Divano, Gabriel Rodríguez
🎬 Equipo técnico
Dirección: Rubén Hernández Miranda
Consejera literaria: Catalina Julia Artesi
Asistentes de dirección: Ruth Nowens
Producción: Diego Hernández Mur – Graciela Farina
Composición musical: Oscar Laiguera
Coreografía: Rubén Hernández Miranda
Escenografía: Guido Lombardo
Vestuario: Emma Giorio
Fotografía: Nico Martínez Gómez
Diseño e imagen: Juanjo Morilla
Pelucas, máscaras y utilería: Sergio Vergara y Jorge Balestra
Producción ejecutiva y general: Nueva Escena
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