Olvidarse todo, envejecer y otros síntomas de la edad es lo que caracteriza este unipersonal en donde vamos a acompañar a Mariana (Julieta Otero) en su transición de ser una abogada que contaba con todos los datos de vida a dar los primeros pasos con simples olvidos domésticos asociados con el inicio de una nueva etapa en su vida coronada por la menopausia.
Esta obra protagonizada y escrita por Julieta Otero, dirigida por Dalia Gutmann y musicalizada en escena por Germán Halili nos lleva a replantearnos todo al respecto de la menopausia y los cambios que se generan en las mujeres que llegan a cierta edad.
Con una gira que inició el 8 de febrero en Buenos Aires, «No me acuerdo las cosas», se estará presentando este 15 y 22 de marzo en El Método Kairós -con entradas agotadas-. Las funciones continuarán el 19 de abril en Café Berlín y el 31 de mayo en Plataforma Lavardén en Rosario. Por eso desde El Walkman estuvimos hablando con Julieta Otero previo a las próximas fechas en la siguiente nota.
Desde el inicio…
Desde que se presentó la idea de realizar el proyecto del unipersonal «No me acuerdo las cosas», Julieta Otero -interprete y dramaturga de la obra- nos habló de los primeros pasos del proceso del guion y cómo surge la idea de crear el personaje de Mariana a quien le da vida en el show.
–¿Cómo surgió la idea de escribir el guion de “No me acuerdo las cosas”?
-Fue un proceso similar al de “Según Roxi” , cuando en la vida me empiezan a pasar cosas que no llego a decodificar, a entender, sentarme a escribir es una manera de ordenar mí cabeza. Hay veces donde uno escribe ficción como es el caso de “Escorpio” o de “La teoría del desencanto” y hay otras veces donde es una ficción que arranca siendo una especie diario íntimo como fue el caso de “Según Roxi” con el blog y el caso de “No me acuerdo las cosas”.
En «No me acuerdo las cosas» hay una especie de diario íntimo con la perdida de estrógenos, la llegada a otro tiempo de la vida con otros tiempos derivados del olvido justamente. Todo está un poco más lento ya que hay que buscar la palabra, hay que buscar el auto, hay que entender qué vine a hacer al living por qué estoy acá. Uno se va olvidando por qué agarre la lapicera; entrar al Whatsapp y no saber a quién le iba a hablar. Todas esos pequeños gags domésticos, por supuesto, generan un signo de interrogación gigante que es mi primer impulso y por otro lado genera mucho humor el cual es mí segundo impulso para escribir. De la necesidad de entender y las ganas de reírme, así nació “No me acuerdo las cosas”
De la necesidad de entender y las ganas de reírme, así nació “No me acuerdo las cosas”
Julieta Otero
Al momento de hablar del personaje de «Mariana» y los puntos en común con «Julieta», la actriz nos cuenta: «Inicialmente uno tira el material al papel o al Word y empieza a seguir su propio procedimiento entonces llega a un punto en donde deja de ser tu propia historia. Una vez que creé el personaje de Mariana, que es una abogada con una cabeza llena de datos de toda una vida, madre de tres varones y separada, empieza a correr su propia lógica. Entonces hay un montón de cosas de las que habla, que a mí no necesariamente me pasaron pero lo que sí reconozco como propio es la fascinación con un síntoma que socialmente se ve como negativo que es el olvido doméstico que no tiene que ver con el olvido de la historia ni con el olvido de las raíces ni con los sentimientos ni con lo político, nada de todo eso esta en juego. Es un olvido boludo, un olvido doméstico de data chiquita.«
A su vez nos dio un poco más de detalles sobre lo que significó construir a Mariana y la investigación que hubo detrás de todo: «Me puse a investigar todo ese universo de cositas que están en anécdotas y eso está en mí y está en la obra, después todo el resto de cosas que habla la obra no me pasó ninguna, son cosas que leí, que investigué, que imaginé y me divierten mucho y después está el mundo de las canciones».
Hay equipo: quienes hacen posible «No me acuerdo las cosas»
Al preguntarle sobre quienes la acompañan en su primera respuesta afirma que son tres artistas fascinantes. El equipo que lleva adelante las funciones esta formado por: Silvina Sznaider -entrenadora vocal-; Gemán Alili -musico en escena- y Dalia Gutmann en dirección. Sobre esta última Julieta contó:
«Dalia es una mujer que solita llena teatros con su humor fascinante, trabajadora, atenta, despierta; es un cago de risa y una mina super eficiente a la vez. Nos conocemos hace muchos años, nos vemos las cosas que hacemos la una a la otra y es la primera vez que logramos trabajar juntas después de muchos mates y proyectos que quedan por la mitad.»
Al preguntarle cómo fue la reacción de Gutmann al plantearle el proyecto que terminó siendo «No me acuerdo las cosas» su protagonista expresó: » Hablamos con Dalia y ella se copo con dirigirme y para mí fue un honor».
Acerca de Silvina Sznaider explicó «Ella es entrenadora vocal, stage manager, técnica y todo lo que el resto del show necesita. Silvi es una contención justo en eso, en lo musical y lo vocal muy importante.»
Por último acerca del rol de la música y la participación de Germán Halili en la obra Julieta detalló: «Siempre supe que la música tenía que estar porque para mí es un lugar de supremacía de la técnica por sobre todas la cosas, Tenés esa necesidad de la música de entrar en ritmo, de afinar, de hacer las cosas bien a mí me sostiene arriba del escenario porque el humor siento que es una pileta que un día nadas y otro día te ahogas. Germán Halili, que es un gran pianista que viene de acompañar otros espectáculos de clown, de impro, de teatro y también es actor así que tiene todo su recorrido artístico/escénico»
«Cuando en la vida me empiezan a pasar cosas que no llego a decodificar, a entender, sentarme a escribir es una manera de ordenar mí cabeza.
Julieta Otero
-El espectáculo está lleno de canciones ¿Cómo te llevas con cantar en escena?
Algo particular de «No me acuerdo las cosas» es que durante todo el show no soló se disfruta del incomparable humor y frescura de Julieta sino que también está la música que acompaña y le da el toque especial a la velada. De lo cual la interprete nos contó como funcionan ambos en acción:
«Dije la música tiene que estar, para mí eso es un lugar es una sensación que tiene uno. Después el público en general yo veo que se ríe no veo que haga una función en la que el público sienta -no, esta chica pobrecita se ahogó- no me pasó nunca. Pero sí, adentro de uno, tirarse a la pileta del humor es no saber si la gente se va a reír, es no saber si las cosas van a funcionar, no saber si esa chispa esa mágia esa cosa imposible de poner en palabras va a suceder esta noche; en cambio la música te ordena. Entonces el espectaculo empieza con una canción y cada diez minutos canta una canción distinta que me resulta difícil que me complique que me concentre. Son difíciles las canciones de este show y bueno estoy emparada en el humor y que no necesariamente soy musica pero si tengo mi formación musical, entonces ahí entran las otras dos personas que integran el equipo Germán -musico en escena- y Silvina-entrenadora vocal-«.
Entre Baires y MDQ: mi escenario en el mundo es…
«No me acuerdo las cosas» es un unipersonal que desde su inicio se caracteriza por ser un show que se presentó, se presenta y se presentará en distintos teatros de la Ciudad de Buenos Aires y Mar del Plata, añadiendo una última fecha en la Ciudad de Rosario. Con lo cual le preguntamos a Julieta cuál de todos los tetros/escenarios en los que estuvo puede decir “este es mi lugar en el mundo» y en palabras de la actriz nos dijo lo siguiente:
«Yo creo que cuando un espectáculo esta concebido para la gira la abrazas. La gira implica una aventura; o sea, no tiene los beneficios de quedarse a hacer temporada en un teatro que tiene que uno se va apropiando y afianzando del espacio que es uno de los grandes temas del teatro. El uso del aprovechamiento del espacio y de la narrativa que hay también en ese. Pero hacer teatro en gira es una maravilla.»
Y entre charla y charla, Julieta, termina demostrándonos las bondades de la gira no solo en su experiencia de «No me acuerdo las cosas» sino también recordando su momento con la obra de «Según Roxi»
«Entonces trato de no entusiasmarme con nada de sacarle el lado bueno a todo y enamorarme de cada lugar y divertirme de los errores que genera. Subimos un reel la otra vez y claro llegás a un lugar nuevo, nuevas distancias entre el camarín y el escenario entre el baño y camarín, o sea, todos los lugares son distintos, algunos son más especie de bares, lugares musicales tipo Café Berlín, una terraza como fue El Picadero, en Mar del Plata era un auditorio. Bueno, cada lugar es distinto y me paso con la gira de «Según Roxi: como ser la peor mamá» que fue una gira de diez años y es muy divertido. Entonces no, no me engancho con nadie es poliamoroso.«
Entre Juli y el público
–¿Cuál es la reacción del público durante y después de cada función?
Estos monológos que interpelan tanto y son medio de nicho aunque todo el mundo se ríe hombres y mujeres, viejos y chicos es porque uno no deja de estar viendo un personaje de comedia que esta fracasando en el intento de hacer las cosas bien en la vida pero, sin embargo, es un espectáculo de nicho de un público muy determinado y esta comunicado desde su propio contenido de «No me acuerdo las cosas» no es que se llama «Mariana y su nube mental», es «No me acuerdo las cosas».
Entonces, circula muy rapidamente entre las personas que están atravesando por esta situación por lo tanto la salida, al igual que «Según Roxi», es quedarme una hora hablando estallada de la risa. Es un público que me interpela a mí también que no solo se siente interpelado por el show sino que también me interpela en el sentido que me cuentan cosas que me interesan, me hacen reír y bueno hermoso.
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