Relatos Fugaces: «Frankeinstein Posmoderno»



Era un día extraño de otoño, el sol rara vez se mostraba entre las nubes en el cielo, el ambiente estaba raro, y Kiara se apresuraba entre la multitud hacia donde, según había escuchado, se ocultaba aquel al que llamaban monstruo.

Al llegar al lugar vio una gran puerta, la cual se notaba, estaba trabada, y al escuchar por su rendija inferior, pudo distinguir un llanto muy bajo, trago saliva y puso los pies firmes antes de golpear aquella puerta, sin encontrar ningún tipo de respuesta… Golpeo más fuerte aún, y escucho como ese llanto se apagó.

-Hola… sé que estás ahí sos…

-No soy nadie, nadie que valga la pena… Soy solo un monstruo, así que hace como los demás y aléjate.

-¿Por qué decís eso? ¿Quién te hizo creer tal mentira? 

-Todos…

-Bueno, yo no soy todos, me llamo Kiara y si me dejas pasar seguramente pueda ver que no sos ningún monstruo.

Kiara hizo fuerza para poder abrir la puerta, pero se dio cuenta de que, desde su interior, Frankie la estaba bloqueando. 

-¡DEJAME EN PAZ KARA!!!— dijo Frankie golpeando cada vez más fuerte la puerta que los separaba…

-Ya te dije que me llamo Kiara, no te voy a dejar en paz porque sé muy bien que no sos un monstruo— dijo Kiara realizando la misma fuerza, pero esta vez hacia el lado de adentro para que Frankie la dejara entrar a aquel lugar desolado en el que solo él estaba…

-Te vi varias veces correr hacia acá, acaso crees que es esto lo que mereces? ¿Eso es lo que te hacen creer, verdad? 

-Tienen razón… Vos no entendés nada Kara… soy un monstruo y lo único que hacen es decir la verdad.

-Kiara me llamo, vos pensás que esa es la verdad, porque es la única que conoces… dale déjame entrar… Yo no soy ellos, yo no voy a juzgarte…

Frankie cedió la puerta y dejo entrar a Kiara que al verlo alzo los ojos y retrocedió un poco…

-Ves que soy un monstruo, ves que ellos tienen razón, acá es donde pertenezco a la oscuridad, a las sombras, a donde nadie puede verme… acá soy invisible…

-No sos invisible Frankie, yo puedo verte, y estoy acá… Se asustan porque sos más grande que ellos, sos diferente, le temen a lo desconocido, a su propia inseguridad, solo quieren mostrarse superiores a vos cuando en realidad no lo son, no dejes que sus pensamientos sean los tuyos.

-¿Por qué estás acá? ¿Por qué no te vas como los demás y me dejas solo en mi oscuridad?

-Porque yo veo más allá de esa oscuridad, y sé que aunque acá está oscuro, Tenés luz interior que es capas de iluminar todo, a lo único que no estás dejando que esa luz ilumine es a vos mismo Frankie…

Frankie se sorprendió, era la primera vez que alguien le hablaba así… Estaba confundido y tenía miedo, pero en el fondo sabía que todo lo que Kiara estaba diciendo era la verdad, una verdad que él nunca había pensado y que nadie le había hecho ver.

-Aaaah, así que estabas acá monstruo horrible!

-Así te queríamos encontrar ¿Qué pasa? ¿Ahora el monstruo tiene una novia? 

-Nooo, es tu culpa Kara!!! ¡Dejaste abierto y seguramente te siguieron hasta acá!!!

Kiara aunque asustada, se puso delante de Frankie, el cual temblaba de miedo.

-¡Váyanse ya de acá! ¿Vieron como lo pusieron? ¿Se dan cuenta como lo hacen sentir? Él es igual a todos y no se merece todo lo que le hacen!

-¿Ese monstruo es igual a todos? ¿Qué decís? ¡Estás loca igual que él!

-Basta Kara…-dijo Frankie entre sollozos— entraron por vos…

-¡Sí! —dijo firmemente Kiara —entraron por mí y se van a ir por mí también! —mientras sujetaba fuerte una rama con la que había entrado.

Empezaron a forcejear ferozmente y claramente, Kiara que era menos fuerte que los dos malditos, perdió la rama, uno de los dos la empujo con gran fuerza cayendo al piso justo detrás de Frankie.

-¿Y vos monstruo? ¿Vas a defender a tu novia? 

Frankie miro hacia abajo… y escucho la débil voz de Kiara entre un sollozo.

-E..él… no es… un monstruo….es … mi amigo…

Frankie se levantó con fuerza, dejando ver su gran tamaño, el doble que cualquiera de los que estaba ahí.

-¡LÁRGUENSE! —dijo con furia —NO QUIERO LASTIMAR A NINGUNO DE LOS DOS POR MÁS MALDITOS QUE SEAN!

-vos nos vas a lastimar a nosotros Frankenstein horrible?

-POR ÚLTIMA VEZ VÁYANSE…

Los dos arremetieron contra Frankie, que los freno con sus grandes manos, los agarro por detrás de sus prendas y los hizo chocar con sus propias cabezas, los empujo y cayeron al unísono con una mezcla de shock y miedo en sus caras.

-No soy ningún monstruo… Pero si siguen haciéndome la vida imposible a mí, o llegan a hacerle algo a Kiara, van a comprobar que si puedo comportarme como uno. ¡LÁRGUENSE Y DÉJENNOS EN PAZ!

Los dos corrieron mas de lo que les daba sus piernas, alejándose entre quejas y llanto. Frankie se dio vuelta en dirección a Kiara que, como los otros dos, estaba boquiabierta, pero con una expresión de felicidad y orgullo en su rostro.

-Ves? —le dijo sonriendo —te dije que no eras un monstruo!

-Gracias Kiara… —dijo Frankie extendiéndole una mano.

Se incorporo, mientras se sacudía el polvo 

-¡Me dijiste Kiara! ¡Y no Kara —dijo riendo —por fin!

-Perdón…, a veces hablo mal, otro motivo por el que me rechazan.

-No te disculpes, pensándolo bien es un buen apodo de amigos, ¿no? 

Frankie sonrió.

-¡Y no te voy a decir más Frankie ! Ese apodo es horrible y te lo pusieron esos tarados.

-Con Fran estaría bien…

Kiara sonrió al instante —Vamos Fran? Salgamos de este lugar horrible.

-Vamos… amiga…

Ambos salieron del oscuro y abandonado baño de la escuela, dejando ver el hermoso patio cubierto, era la primera vez que Fran iba a pasar un recreo en él, y no solo, sino que con su primera amiga.


-“Y camino solo… como un Frankenstein posmo”- Esa fue la frase, de una de mis canciones favoritas del último álbum de la banda Cuarteto de Nos, en ella nos cuentan la historia de un monstruo, como aquel de Víctor Frankenstein, situado en nuestra época y me inspire tanto en ese título como en el concepto para realizar este relato.

Mi visión de lo que sería aquel monstruo moderno, alejado mucho del concepto de la canción, pero sí tomando el nombre para contar por qué no, la historia de muchos que, como yo, necesitamos, en más de una ocasión, de una Kiara en nuestras vidas.


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